Europa Azul

Un acuerdo pesquero entre China y Madagascar sigue pendiente del gobierno que salga de las elecciones, una vez que fue firmado por un asesor del jefe de estado saliente, auqnque el contrato llevaría, según algunas críticsa, a un acaparamiento de recursos pesqueros.El borrador del acuerdo entre el gobierno malgache con un consorcio chino en septiembre, suponía una inversión de 2.700 millones de dólares (casi 2.400 millones de euros). Pero desde la oposición se niegan a firmarlo

Desde la Agencia Malgache para el Desarrollo y Promoción de Empresas (AMDP) señalan que futuro presidente, quienquiera que sea, juzgará que este proyecto es beneficioso para el desarrollo de Madagascar «.

Los críticos denuncian este proyecto de gran tamaño que lleva a la captura de los recursos pesqueros, mientras que el país sufre de un importante déficit alimentario.

Los contenidos de las sesenta páginas iniciadas por el AMDP y el desarrollo de inversiones de Taihe Century no se han hecho públicos. Sin embargo, se han desvelado algunos fragmentos: este plan de diez años, cuya ambición declarada es sentar las bases de una «economía azul» en Madagascar, se llevaría a cabo en dos fases. El primero, que se supone que comenzará inicialmente en la firma, con un presupuesto de 700 millones de dólares en tres años, planea desplegar 330 barcos proporcionados por el consorcio chino en la isla.

De estos, 300 barcos, cada uno de aproximadamente 14 metros de largo, proporcionarían 240,000 días de mar al año y 600 kg de captura diaria, 43,200 toneladas de pescado casi totalmente exportadas a China. Estas capturas serían recolectadas por 30 arrastreros dos veces más grandes. Solo el 15% de la pesquería se mantendría para el mercado local. A modo de comparación, el volumen de pesca en el acuerdo con la Unión Europea, que se está renegociando, es tres veces menor. El precio de venta debe estar en un nivel que se considere «razonable» según los términos del acuerdo.

El anuncio de este acuerdo provocó un revuelo en los círculos en cuestión. «¿Cómo podemos imaginar traer 300 arrastreros cuando la pesca excesiva ya es una realidad? El número de pescadores sigue aumentando, con la llegada a la costa de la población rural que ya no puede vivir en sus tierras. Las canoas llegan con menos y menos peces «, advierte.