La multinacional tailandesa presentó sus compromisos sostenibles y llama a la colaboración global para proteger los ecosistemas marinos
Durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, celebrada del 9 al 13 de junio en Niza (Francia), Thai Union —uno de los mayores grupos mundiales del sector pesquero— aprovechó la ocasión para hacer un firme llamamiento internacional: sumarse a su estrategia de sostenibilidad global SeaChange 2030, una hoja de ruta ambiciosa que busca transformar la industria hacia un modelo respetuoso con el medio marino y resiliente al cambio climático.
“Proteger el océano no es solo una prioridad ambiental, sino una responsabilidad compartida y una inversión a largo plazo en la resiliencia global”, afirmó Thiraphong Chansiri, CEO de Thai Union, durante el evento. “Con SeaChange 2030 demostramos que es posible integrar la sostenibilidad en la estrategia empresarial, pero ningún actor puede lograrlo en solitario: se necesita colaboración entre sectores y fronteras”.
SeaChange 2030 se articula en 11 compromisos interrelacionados centrados en promover la sostenibilidad, muchos de ellos alineados con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 de la ONU, “Vida Submarina”. Thai Union planea invertir 200 millones de dólares (unos 173 millones de euros) en el desarrollo e implementación de estas acciones antes del final de la década.
Durante la conferencia, Thai Union también presentó su Informe de Sostenibilidad 2024, en el que se destacan avances significativos en tres ejes: la trazabilidad y abastecimiento responsable, la protección de ecosistemas marinos y la adaptación de la cadena de suministro pesquera global al cambio climático.
Uno de los logros más destacados fue que el 98,9 % del atún adquirido por la compañía proviene ya de pesquerías certificadas por el Marine Stewardship Council o integradas en planes de mejora pesquera, un aumento del 14 % con respecto a 2023. Además, la compañía logró un 97 % de cobertura de monitoreo en el mar en su cadena de suministro de atún, esperando alcanzar el 100 % en 2025.
En el plano climático, la compañía redujo sus emisiones de gases de efecto invernadero de alcance 1 y 2 en un 21 %, lo que incluye emisiones directas de sus propias instalaciones y las indirectas relacionadas con la energía comprada. Asimismo, 23 de sus 32 centros productivos y de distribución ya han alcanzado el estatus de “residuo cero a vertedero”.
También se anunció la puesta en marcha del Programa de Camarón de Bajo Carbono, diseñado para reducir las emisiones del cultivo de camarones y avanzar hacia métodos de producción más sostenibles. Además, la compañía logró evitar que 234 toneladas de plástico llegaran a los océanos y cursos de agua durante el último año.
Con esta serie de acciones, Thai Union no solo busca mejorar su desempeño ambiental, sino marcar el camino para una industria pesquera global más ética, circular y preparada para los desafíos del futuro. Su mensaje desde Niza fue claro: el liderazgo empresarial en sostenibilidad debe ir acompañado de alianzas sólidas y voluntad política, porque el destino de los océanos es una tarea colectiva.
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