El boom de la clase media urbana, la fiebre por el sushi y la fuerza del canal horeca han impulsado a Tailandia al segundo puesto asiático para el salmón noruego, superando a Japón y Corea del Sur.
Hasta hace poco, cuando se hablaba de grandes destinos asiáticos para el salmón, los nombres salían casi solos: Japón y Corea del Sur. Hoy, las cifras cuentan otra historia. Tailandia, apoyada en una demanda interna en plena expansión, se ha colocado ya como segundo mayor mercado asiático para el salmón y la trucha noruegos por volumen, adelantando a esos dos gigantes tradicionales.
Según los últimos datos del Consejo Noruego de Productos del Mar, las exportaciones combinadas de salmón y trucha a Tailandia han crecido con fuerza durante 2025, hasta situar al país como el segundo mercado asiático de Noruega en volumen, solo por detrás de China.
En los siete primeros meses de 2025, Tailandia importó 14.511 toneladas de salmón noruego, un aumento del 50 % respecto al mismo periodo del año anterior, y 5.285 toneladas de trucha, un 15 % más.
Esa escalada tiene continuidad en el valor: en los últimos cinco años, el valor de las exportaciones de salmón noruego a Tailandia se ha más que duplicado, hasta rondar los 187 millones de dólares en 2024.
Los analistas de mercado estiman que las importaciones totales de salmón en Tailandia crecieron un 36,5 % entre 2023 y 2024, con una tasa media anual del 23 % desde 2020, lo que confirma una tendencia estructural al alza.
Aunque Chile y Estados Unidos también suministran salmón al mercado tailandés, Noruega se ha consolidado como proveedor dominante. En 2022 ya controlaba en torno al 64 % de las importaciones de salmón de Tailandia, y en 2025 esa cuota habría subido por encima del 73 %, según los últimos comunicados del propio Consejo Noruego.
En palabras de la representante del Consejo en el Sudeste Asiático, el apetito tailandés por el salmón noruego “no muestra signos de estancarse”, apoyado en una fuerte preferencia del consumidor y precios competitivos.
La explicación no está solo en las estadísticas de comercio, sino en la transformación del consumidor tailandés.
Algunos factores clave:
Todo ello ocurre en un contexto en el que Asia gana peso frente a Europa y Estados Unidos como destino de las exportaciones de salmón noruego: en los últimos meses, la cuota asiática ha pasado del 18-20 % a algo más del 21 %, mientras cae la participación de la UE.
Tanto Japón como Corea del Sur siguen siendo grandes consumidores de salmón, pero su crecimiento es mucho más moderado. En 2025, Tailandia ha pasado a absorber mayores volúmenes de salmón y trucha noruegos que ambos países, lo que la convierte en el segundo mercado asiático en volumen.
La combinación de precios atractivos, una red densa de restaurantes japoneses, y una menor madurez del mercado que en Japón —donde el consumo de pescado lleva años estancado o declinando— haría de Tailandia una plaza con mayor margen de crecimiento para la próxima década.
El “boom” tailandés del salmón abre oportunidades, pero también desafíos:
Pese a estos retos, el mensaje que dejan los datos es claro: Tailandia se ha convertido en uno de los epicentros del consumo de salmón en Asia, un país donde el filete noruego ha saltado del restaurante especializado al plato cotidiano de una parte creciente de la población.
Para productores, procesadores y distribuidores de pescado, seguir de cerca lo que ocurre en Bangkok, Chiang Mai o Phuket ya no es opcional: es una ventana adelantada a cómo puede evolucionar el consumo de pescado premium en el resto del Sudeste Asiático.
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