La merluza y la pescadilla son los dos pescados más consumidos por los españoles y llegan a sus hogares gracias a la pesca de arrastre. Le siguen otros productos de gran tradición como rape, gallos, cigalas, pota, calamar o bacalao y todos ellos son esenciales en la dieta mediterránea y en nuestra cultura gastronómica.
España es líder en la Unión Europea de las capturas de pescado y marisco gracias la pesca de arrastre, que consiste en remolcar una o varias redes con forma de cono entre uno o dos barcos. Esta técnica sigue hoy en día una estricta regulación que permite la renovación y conservación de la biodiversidad marina y se minimizan los efectos sobre los ecosistemas marinos.
Asimismo, la captura del pescado tiene una menor huella de carbono frente a la carne roja, el pollo, el queso, los frutos secos o el tofu. En lo que respecta a las especies, hay muchas de ellas que fundamentalmente se capturan mediante este tipo de arte de pesca es el caso de pescados como el lenguado, la acedía, el gallo, el fletán negro, el rape, el congrio, el salmonete, la gamba, la cigala, la galera, el langostino, la puntillita, la sepia o el calamar.
Según datos del MAPA de 2022, la flota pesquera española actualmente está compuesta por un total de 8.657 barcos de pesca, ocupando la tercera posición del ranking europeo, tras Grecia (14.550) e Italia (12.179). Son barcos que operan en un 97% en caladeros nacionales y extraen cerca de 797.342 toneladas de pescado y marisco; lo que se traduce en el 40% de la facturación en Europa. Su actividad está perfectamente regulada por las autoridades europeas mediante datos de capturas y reparto de cuotas por países, asegurando así la sostenibilidad ambiental y económica.
También desde la Unión Europea se apoyan iniciativas en materia de I+D+I, mejoras tecnológicas en favor de la selectividad, las capturas o la eficiencia energética, así como la transferencia de conocimiento, destacando España como país puntero; de hecho, la única agencia europea de control de pesca, la EFCA, tiene su sede en Vigo.
Antonio Nieto, gerente de Pesca España añade que “promover la sostenibilidad ambiental, social y económica es una garantía de viabilidad y de futuro para las más de 6.000 familias que viven en nuestro país de esta actividad pesquera, pero además estamos hablando de la alimentación de millones de personas y un legado para las generaciones futuras”.
Los pescadores, conocedores de la importancia de su materia prima para nuestra alimentación y para el desarrollo económico de las comunidades costeras, son los principales actores implicados en sostenibilidad y el cuidado y respeto de los mares y los ecosistemas, a la vez que alimentar cada día a tres de cada cuatro familias en España. Por este motivo, durante todo el mes de diciembre se está difundiendo en nuestro país la campaña “La pesca que sabe” una campaña informativa impulsada por Pesca España, la OPPC3 y la OPPF-4, tres entidades formadas por pescadores que pretenden dar visibilidad y valor a la pesca de arrastre, que no solo lleva a los hogares producto de gran calidad como el rape o las gambas, sino que también da de comer a más de 6.000 familias en España.
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