El proyecto ‘Mendes’ revela la inviabilidad del cambio de tamaño de la malla del copo. Según los resulados del estudio de AZTI, la implantación de la red de 100 milímetros mermaría en un 50% los ingresos de los arrastreros ya que reduciría la captura comercial.
El cambio del tamaño de la malla del copo de 70 a 100 milímetros que plantea Bruselas es totalmente inviable para el sector del arrastre, ya que mermaría en más del 50% sus ingresos. Así de concluyente fue sobre Organizaciones de Productores Pesqueros (OPP) impulsada por Opromar que se celebró ayer en Marín.
Puente señaló que el proyecto Mendes -centrado en la flota de arrastre que opera en el golfo de Vizcaya y en el Cantábrico Noroeste-, diseñado inicialmente para el manejo de capturas no deseadas, fue ampliado a petición de la secretaria general de Pesca, ya que quería saber el impacto que tendría en el sector y en los stocks la malla de 100 milímetros que quiere implantar Bruselas. Un tema que la Comisión incluyó en un borrador de medidas técnicas para las pesquerías europeas y que está ahora mismo en fase de aprobación.
El investigador de AZTI destacó que los resultados son claros: «Sería una medida excesiva, de cara a la sostenibilidad de la actividad y, si bien es cierto que tendría una incidencia en la reducción de los descartes, también reduciría drásticamente la captura comercial. Esto, evidentemente, afectaría de forma muy negativa a la viabilidad económica de las empresas», apuntó.
Puente fue tajante y afirmó que si Europa implanta esa medida «la actividad de las empresas se pondría seriamente en cuestión y sería inviable, tanto en el corto como en el largo plazo». Por ello, señaló que la información que se obtuvo en el proyecto ya se compartió en los foros europeos para modular el impacto que tendría esta decisión. También subrayó que, a partir de las pruebas experimentales, los resultados a la implantación de la malla de 100 milímetros reflejan que la actividad sería inviable económicamente.