Europa Azul

La producción mundial de residuos plásticos podría aumentar en un 41% para 2030 y la cantidad acumulada en el océano podría duplicarse a 300 millones de toneladas. Las cifras son alarmante. En 2016 se generaron más de 310 millones de toneladas de residuos plásticos, «un tercio de los cuales terminó en la naturaleza». Las consecuencias son múltiples: el aumento de las emisiones de CO2 del ciclo de vida del plástico en un 50% y muchas especies afectadas por la ingestión de plástico.

WWF pone la alarma «ante un sistema fallido, donde el costo de la contaminación plástica no es asumido por los actores que se benefician de su producción y uso». Francia no es una excepción, considerada uno de los peores actores en reciclaje de plástico con solo el 21% de los residuos tratados.

Y, sin embargo, existen soluciones concretas, como la prohibición de los plásticos de un solo uso, el soporte para la reutilización, la eliminación de aditivos tóxicos que ralentizan el reciclaje o la búsqueda de alternativas sostenibles. Esto debe venir primero a través del compromiso de todos los estados en la próxima Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en Nairobi del 11 al 15 de marzo. Según WWF, Francia también debe «tomar medidas ambiciosas», particularmente en el contexto de la próxima ley de economía circular prevista para el verano, que se compromete a reducir masivamente su consumo de plásticos.