ALBERTO ECHALUCE DIRECTOR DE EUROPA AZUL
El viernes 11 de marzo, en algunos puertos, el precio del combustible superó los 1,30 euros y el aumento de precios no parece haber terminado. Con estos precios, todas las embarcaciones se ven afectadas en mayor o menor medida en función de su arte, a menudo hasta el punto de no poder generar ingresos suficientes. Los paros paralizan los puertos de España, Francia e Italia
Por tanto, la demanda de un precio máximo para el litro de gasóleo está justificada, sobre todo porque los pescadores que venden en las subastas no pueden repercutir las subidas. La exigencia de los lobbies ecologistas que presionan a la OMC y a las autoridades europeas para que se suprima la exención fiscal es contraproducente porque llevaría a la paralización de la pesca sin permitir que se prepare la necesaria y urgente descarbonización. Sin embargo, las alternativas a los combustibles fósiles están todavía en fase experimental y los cambios energéticos requerirán una inversión importante. La mayoría de los desembarcos no pueden detenerse sin poner en peligro la seguridad y la soberanía alimentaria.
Por otra parte, las exigencias de exención de las tasas de subasta, de los costes de descarga, de las cargas sociales, de las cotizaciones profesionales obligatorias y de un plan de salida de la flota son peligrosas porque ponen en tela de juicio las estructuras profesionales esenciales, el futuro del sistema de protección social de los marinos y agravan la crisis de confianza en el futuro.
Este futuro depende de la energía sin carbono. Como todo el mundo, los pescadores se enfrentan a la obligación de abandonar los combustibles fósiles a medio plazo. También deben desempeñar su papel en el desarrollo de las energías renovables marinas, pero no bajo cualquier condición. Estas energías renovables marinas (eólica, mareomotriz, undimotriz, tal vez velera) deben desarrollarse en el marco de una consulta exhaustiva con ellos.
Ellos también deben ser los beneficiarios y esto no debe ser una oportunidad para que las multinacionales se hagan con el control de los mares, sin vínculos con las sociedades y territorios marítimos e interesadas principalmente en los beneficios garantizados. La investigación actual que vincula las instalaciones marinas con la producción de hidrógeno podría ser una vía a explorar, ya que los pescadores podrían ser los primeros en beneficiarse de ella. Ya se han presentado las patentes.
Esta crisis también podría ser una oportunidad para fomentar prácticas pesqueras menos codiciosas, para ayudar a la conversión a otras artes, cuando sea posible y garantizando el mantenimiento de la diversidad. Los pescadores son conscientes de esta evolución y son capaces de adaptarse si se les garantiza un futuro basado en en la sostenibilidad. En primer lugar, debemos recuperar esta confianza para permitir las adaptaciones necesarias y animar a los jóvenes a creer en el futuro de la pesca.
Gorka Gabiña es doctor en Ingeniería e investigador del Instituto AZTI que se ha especializado…
Gonzalo Rodríguez Rodríguez, profesor titular del Departamento de Economía Aplicada de la Facultad de Ciencias…
El investigador de AZTI, Guillem Chust aportó importantes datos en las Jornadas de Pesca de…
Los envases de pescado, una materia fundamental para conseguir la conservación de las especies tiene…
El Catedrático Ignacio Alvarez abrió las ponencias de las XXVIII Jornadas de Celeiro con su…
Óscar Mozún, directivo de la agencia Tactis Europe, agencia de publicidad nacional con 49 trabajadores…