Un enfoque inclusivo en el manejo de la pesca artesanal puede salvar los océanos del mundo. Para salvaguardar al ecosistema marino en México y en todo el mundo, los científicos y las comunidades pesqueras pueden colaborar en generar nuevas prácticas y materiales de pesca, como lo son las boyas con luz solar, para lograr resultados que sean más sustentables e inclusivos.
PorJesse Senko@jesseSenko
Hace tres años, como parte de un proyecto de investigación que lideraba en Arizona State University, realicé un taller de pesca en Loreto, Baja California Sur, junto con nuestra ONG asociada Grupo Tortuguero de las Californias. El objetivo era simple: desarrollar una luz solar que pudiera reducir, en las pesquerías costeras, la captura accidental de tortugas marinas en peligro de extinción por redes de enmalle. Recientemente habíamos descubierto que se capturaban menos tortugas marinas en redes de enmalle —que son esencialmente paredes de redes de monofilamento que capturan peces— cuando las redes se iluminaban con luces LED que funcionaban con baterías. Sin embargo, las luces eran costosas de comprar, se enganchaban en las redes y requerían 200 baterías AA por cada dos semanas de labores de pesca.
Cinco minutos después del taller de pesca, Juan y Felipe C., hermanos que viven y pescan en una isla remota en el Golfo de California, levantaron la mano y simplemente preguntaron: “En lugar de una luz, ¿por qué no construir una boya iluminada?”. Dos años más tarde, desarrollamos la primera boya de pesca con luz solar en el mundo. La luz se enrosca en la línea de flotación de las redes de enmalle y funciona como una boya, proporcionando una integración completa y perfecta de la tecnología en los equipos de pesca existentes. Además, las luces pueden reducir los costos de las boyas reales, que representan ~ 20% del costo total para construir una red de enmalle.
La pesca artesanal o en pequeña escala, caracterizada por embarcaciones pequeñas (entre 5.5 y 6.5 metros de largo) que operan en aguas cercanas a la costa, está presente en todos los océanos del mundo. Estas pesquerías emplean a más del 90% de los pescadores del mundo, representan aproximadamente la mitad de los productos del mar a nivel global y son vitales para el suministro de alimentos, la seguridad alimentaria, los ingresos y los medios de vida en las zonas costeras de todo el mundo, incluido México. A pesar del tamaño pequeño de las embarcaciones y sus limitadas capacidades tecnológicas, la pesca artesanal puede tener impactos acumulativos importantes en las especies y ecosistemas marinos.
Las redes de enmalle son la forma de pesca más común utilizada en la pesca de pequeña escala, esto se debe porque son relativamente baratas de construir, fáciles para pescar y capturan diferentes especies de peces que pueden venderse o consumirse localmente. Sin embargo, su naturaleza no selectiva significa que con frecuencia se enredan y ahogan especies que no son su objetivo y que además están en peligro de extinción. Este es el caso de las tortugas marinas, los mamíferos marinos y las aves marinas. A nivel mundial, se estima que cada año cientos de miles de tortugas marinas mueren como captura accidental en las pesquerías. Las tortugas marinas y otras grandes especies que son capturadas de manera accidental desempeñan papeles fundamentales y únicos en los entornos marinos, y cuando se eliminan de los océanos del mundo mediante dichas capturas, los efectos sobre la salud del ecosistema marino son profundos.
Las agencias gubernamentales han gestionado tradicionalmente la captura accidental de la pesca en pequeña escala trabajando para disminuir las labores de pesca mediante programas de reducción de capturas o vedas. Sin embargo, la reducción de las labores no incentiva la mitigación de la captura accidental mediante la pesca responsable y puede generar pérdidas de ingresos en comunidades costeras con pocas alternativas económicas. Por lo tanto, necesitamos un nuevo enfoque para la gestión de la pesca en pequeña escala, uno que funcione en diversos contextos locales y satisfaga las necesidades sociales, económicas y ecológicas.PUBLICIDAD
Específicamente, los investigadores, administradores y tomadores de decisiones deben colaborar para desarrollar modificaciones de equipos de pesca y ayudar a los pescadores a realizar la transición a prácticas más sostenibles, como anzuelos y líneas o trampas. Al hacerlo, deben adoptar un enfoque multidisciplinario, combinando la ciencia de la conservación con la tecnología y las innovaciones de gobernanza. Por ejemplo, muchos distribuidores de productos del mar de alta gama importan productos de pesquerías a escala industrial que están certificados como “sostenibles”. Sin embargo, las pesquerías en pequeña escala no pueden pagar el precio aproximado de USD $30,000 para certificar su pesquería, lo que exacerba la desigualdad a lo largo de la cadena de suministro de productos del mar y desincentiva a los pequeños pescadores a que no adopten prácticas más responsables. En cambio, los investigadores, los especialistas y el gobierno deberían trabajar con los pescadores para desarrollar conjuntamente nuevas soluciones, como un programa comunitario de certificación de productos del mar sostenibles que aproveche la tecnología blockchain para rastrear los productos del mar capturados en equipos de pesca seguros para las tortugas.
Además de las innovaciones en tecnología y gobernanza, los científicos deben trabajar con los pescadores para promover la conservación en lugar de exigirla. Hacerlo requiere escucharlos a ellos y a las comunidades costeras para encontrar soluciones compartidas. Todos queremos sentirnos parte de algo más grande que nosotros mismos y los pescadores no son la excepción.
A causa de la pandemia, los pescadores artesanales en México y en todo el mundo están atravesando una verdadera crisis, especialmente aquellos que dependen, al menos en parte, de la industria del turismo. Creo que esto presenta una oportunidad tangible para que los científicos académicos involucren a los pescadores y sus comunidades en sus proyectos de investigación.
Juan y Felipe C. decidieron trabajar con nosotros porque entienden que las pesquerías deben ser más sostenibles y quieren crear un futuro para sus hijos que incluya a poblaciones saludables de peces y tortugas marinas, y ciertamente entre los pescadores no están solos. Un cambio significativo, e inclusivo a largo plazo, requerirá tomar decisiones enérgicas y trabajar directamente con las comunidades costeras para desarrollar enfoques creativos para problemas que han existido desde hace mucho tiempo. Más que nada, requerirá empatía, humildad, escuchar y un mensaje de esperanza de que es posible tener un futuro mejor.
* Jesse Senko (@jesseSenko) es profesor asistente de investigación y científico senior de sostenibilidad en Arizona State University. Es experto en ciencias de la conservación interdisciplinarias, megafauna marina y pesquerías costeras y tiene sitios de investigación activos en Baja California Sur, Trinidad y Tobago, y Florida
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