El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, está en desacuerdo con la propuesta de la Comisión Europea sobre la reducción de las posibilidades de pesca en especies de interés para España en el Atlántico en 2021 y en los descensos de actividad anunciados para el mar Mediterráneo.
Con esa posición fijada, se reunió con las comunidades autónomas en un consejo consultivo preparatorio al consejo de Ministros de Pesca al que asistirá la próxima semana donde destacan las negociaciones sobre los TAC (Total Admisible de Capturas) y cuotas de pesca en el Atlántico y Mar del Norte para 2021, y para determinados recursos pesqueros de especies profundas, para los años 2021 y 2022.
En su intervención ante los medios previa a la reunión, Planas ha indicado que le preocupa la bajada planteada por la Comisión de un 13 % en las capturas de merluza sur, una especie de “gran valor” para los intereses españoles. “España está en desacuerdo” con esa proposición y así lo hará saber en el encuentro.
En especies profundas, Planas ha plasmado su preocupación por el besugo porque, aunque todavía no se conoce la propuesta de captura, la recomendación del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) es de TAC cero.
Ha dicho, no obstante, que “es posible capturarlo en pesquerías combinadas” y que España está haciendo un “gran esfuerzo” para mejorar la situación de esta especie.
“Estamos intentando reforzar el conocimiento y estudio científico” para que “se pueda progresar en relación con las capturas” del besugo, ha añadido.
En el caso de otras especies, como lenguado, abadejo o cigala, España entiende que no se dan las circunstancias para aplicar reducciones en sus posibilidades de captura y aboga por el mantenimiento de las cuotas actuales.
El Mediterráneo
Planas defenderá asimismo el mantenimiento del mecanismo de flexibilidad interespecies, que permite computar capturas accesorias hasta un determinado límite.
En cuanto al Mediterráneo, donde la Comisión quiere reducir en un 15 % los días de actividad en 2021, ha informado de que ya en 2020 se ha hecho un “esfuerzo” por bajar un 10 % la actividad.
España “está en desacuerdo” también con esa propuesta y cree que es “muy importante” tener en cuenta la sostenibilidad ambiental pero también la económica y la social. Ha recordado que la flota del Mediterráneo se caracteriza por ser “de pequeños buques artesanales” y su “rentabilidad puede estar puesta en cuestión” con dichas medidas.
“El esfuerzo demandado por la CE es excesivo” y “tenemos que llegar a un acuerdo que permita no sólo la preservación del stock sino también la continuidad de la actividad”, ha apuntado.
El ministro ha remarcado que está trabajando para ver en qué medida las propuestas de la CE están justificadas y en qué casos y supuestos se pueden plantear” modificarlas.
