Tras la muerte por infarto de un pescador del Ronsard, el 26 de enero, durante la escala del buque en La Rochelle, los resultados positivos en la prueba de covid-19 de este último (realizada post-mortem) y de varios otros marineros del pesquero han llevado a poner en aislamiento a toda la tripulación.
Los doce marineros, al menos uno de ellos de nacionalidad española, portuguesa y filipina, fueron llevados a una residencia en la ciudad portuaria durante unos diez días. Una asociación local se encarga de proporcionarles las comidas diarias.
El Ronsard, un barco de 33 metros, pertenece a la naviera Díaz, con sede en Ciboure, y faena en el Golfo de Vizcaya. El cuerpo del fallecido fue repatriado a Portugal, su país de origen, que se comprometió a realizar una autopsia para determinar si la muerte estaba relacionada con el covid-19 o con un accidente cardíaco no relacionado con el virus.
El barco tiene todos los asuntos legales radicados en el importante puerto marítimo de La Rochelle.