España llevará a Rota la sede de la Operación Atalanta, instalada en Reino Unido

España quiere que Rota sea sede de la operación Atalanta, una vez que  los Ministros de las Fuerzas Armadas  de Francia y de Defensa de España han pedido, a través de una carta de finales de marzo, al Alto Representante para la Defensa Europea, la italiana Federica Mogherini, que les confíe los centros de comando de operaciones que actualmente en Northwood (Reino Unido).

Con el Brexit, Londres tendrá que separarse de la UE, y la pareja de Defensa  franco-española se ofrece para responsabilizarse de toda la vigilancia de control de control en temas marítimos

París ofrece a Brest la sede del Centro de Seguridad Marítima Cuerno de África (MSC-HOA,) mientras que Madrid empuja con la base naval de Rota (NATO clasificada) para acomodar la sede de la Operación Atalanta. De paso, los dos signatarios recuerdan a la Unión Europea que en 2008 fueron los promotores de la Operación Atalanta y sus principales contribuyentes. Madrid incluso agrega que ha proporcionado a Atalante 37 barcos, incluidos siete al mando, en diez años.

Importante actividad

La misión de la Operación Atalanta es proteger del ataque de los piratas el tráfico marítimo en el océano Índico occidental, especialmente a los buques del Programa Mundial de Alimentos de la ONU. También tiene como objetivo proteger a los pesqueros para que puedan faenar sin peligro en aquellas aguas, controlar los puertos y las bases desde donde actúan los piratas y neutralizar los barcos nodriza que éstos utilizan para llegar a alta mar.

La Fuerza Naval de la Unión Europea (EUNAVFOR) patrulla en una amplia zona entre el Golfo de Adén y las islas Sychelles. Aunque su composición varía, por norma general dispone de entre cuatro y siete buques y entre dos y cuatro aviones de patrulla marítima.

Desde el comienzo de la Operación, han participado 37 buques españoles, completando más de 3.800 días de mar integrados en la Operación, y sus helicópteros embarcados con más de 5.800 horas de vuelo.

Actualmente, se encuentran desplegados el BAC “Patiño” con Unidad Aérea Embarcada de un helicóptero SH60B, SOMTU y ROLE 2.

España también contribuye a la Operación ATALANTA con el Destacamento “Orión” en Yibuti, que cuenta con unos 50 militares.

El personal nacional desplegado en esta operación suma más de 300 militares.

Nuestro país ha asumido en seis ocasiones el mando de esta fuerza. La última desde febrero de 2017 y hasta julio del mismo año.

Además España asumió por 4ª vez el puesto de DCOM en julio de 2017, previsto hasta julio 2018.

Mandato

El incremento de los actos de piratería en el Índico a partir de 2005 llevó al Consejo de Seguridad de la ONU a adoptar una batería de Resoluciones para proteger el tráfico marítimo en la zona.

Para apoyar estas disposiciones, el Consejo de la Unión Europea aprobó, el 10 de noviembre de 2008, la creación de una fuerza aeronaval. Era la primera operación marítima de la Unión que se realizaba en el marco de la Política Europea de Seguridad y Defensa. Poco después, se puso en marcha Atalanta.

El envío de un contingente español a la zona fue autorizada por el Congreso de los Diputados el 21 de enero de 2009. Dos días más tarde, el Consejo de Ministros aprobó la participación de España en la operación.

Antecedentes

El océano Índico se había convertido en un área de alto riesgo para los 20.000 barcos que anualmente cruzaban el mar Rojo y el golfo de Adén, pasos obligados de las principales rutas comerciales entre Asia y Europa. La piratería somalí también amenazaba el reparto de ayuda humanitaria del Programa Mundial de Alimentos de la ONU.

 

En 2008 hubo 134 ataques y 40 secuestros de navíos, entre ellos, el del pesquero español Playa de Bakio, lo que puso de manifiesto que la piratería era también una amenaza para la actividad de la flota atunera.

A instancias de España y Francia, el 8 de diciembre de 2008, el Consejo de la Unión Europea puso en marcha Atalanta.

La Operación Atalanta forma parte del compromiso adquirido por España, bajo bandera de la Unión Europea, en su lucha por mantener la seguridad en las aguas del Golfo de Adén y Somalia, protegiendo a los barcos del programa Mundial de Alimentos (WFP), a los barcos de la misión de la ONU para Somalia (AMISOM) y manteniendo la seguridad del tráfico marítimo vulnerable.