Las conversaciones de la Organización Marítima Internacional (OMI), reunida del 13 al 17 de octubre en sesión extraordinaria del Comité de Protección del Medio Marino (MEPC), han dado un giro inédito. Estados Unidos ha lanzado amenazas de represalias—desde restricciones de visados y sanciones hasta tasas portuarias— contra los países y, según varias delegaciones, incluso contra miembros individuales que respalden el Net-Zero Framework (NZF), el paquete regulatorio que combina límites obligatorios de emisiones y un precio global al carbono para los buques de más de 5.000 GT.
En comunicados y filtraciones conocidas durante el fin de semana, altos cargos de Washington—Marco Rubio (Estado) y Sean Duffy (Transporte), entre otros—han calificado el plan de la OMI como un “impuesto climático global” impulsado por Europa y contrario a los intereses económicos de EE. UU., y han advertido de medidas inmediatas si el texto prospera en la votación final.
La presión estadounidense ya se deja sentir entre pequeños Estados y socios comerciales, con señales de cambios de voto de última hora y fisuras en la coordinación europea, que defendía llegar a 2050 con cero emisiones netas en el transporte marítimo bajo un marco único para evitar la fragmentación regulatoria.
El NZF de la OMI busca reducir las emisiones del shipping (~3% del total mundial) mediante estándares de combustible, topes de intensidad y un instrumento económico global (tasa o precio al carbono) con ingresos orientados a transición y apoyo a países vulnerables. Navieras de contenedores apoyan un marco global para dar certidumbre a las inversiones; petroleros y graneleros han mostrado más reservas por costes y competitividad.
La Casa Blanca sostiene que el plan elevará costes logísticos y alimentará la inflación, además de favorecer a competidores con industria naval subsidiada. Ha amenazado con tasas espejo en puertos de EE. UU. y con sanciones/visados a funcionarios que impulsen el acuerdo “sin mandato democrático”. ONG ambientales y la secretaría de la OMI replican que fallar ahora encarecería el comercio por una marea de normas nacionales dispares. The Times+1
Diplomáticos europeos admiten que la ofensiva complica mantener una posición común; varias capitales temen represalias comerciales si se alinean con Bruselas en la votación. Observadores del sector advierten de un precedente peligroso: la coacción directa sobre delegaciones en un foro técnico de la ONU, con impacto en la credibilidad del sistema multilateral climático. joc.com
La votación final está prevista este viernes en Londres. Si el NZF se aprueba, la OMI activará el diseño detallado del instrumento económico y de las rutas de cumplimiento para entrar en vigor a finales de la década; si fracasa, analistas prevén un mosaico de tasas regionales (UE, Asia-Pacífico) y más litigios entre bloques comerciales.
“Estamos ante un punto de inflexión: o un marco global que dé certidumbre a inversiones y combustibles limpios, o la balcanización regulatoria con costes mayores para todos”, resume un negociador europeo consultado en Londres. tradewindsnews.com
Claves
Si quieres, preparo una pieza de seguimiento con el resultado de la votación y un mapa de posiciones país por país (UE, G77, islas, grandes exportadores) y las reacciones del sector.
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