La cuota nacional subirá hasta unas 461 toneladas y podrá alcanzar 535 toneladas en 2026 gracias a la flexibilidad de cuotas acordada en ICCAT
Noruega saldrá reforzada de la última ronda de negociaciones de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT). El país ha conseguido un aumento sustancial de su cuota de atún rojo atlántico (makrellstørje) para el próximo periodo de gestión, que abarcará los años 2026, 2027 y 2028. La nueva cuota nacional se situará en torno a las 461 toneladas, lo que supone un incremento cercano al 25 % respecto al nivel de 2025.
Además, el acuerdo incluye una flexibilidad del 20 % entre años, lo que permitirá a Noruega pescar hasta 535 toneladas de atún rojo en 2026 si así lo decide, adelantando parte de la cuota de años posteriores.
La decisión llega en un contexto de clara recuperación del atún rojo en el Atlántico y el Mediterráneo, reflejada en las últimas evaluaciones científicas y en las cuotas totales de captura (TAC) aprobadas por ICCAT. El TAC de la especie pasará de 40.570 toneladas en 2025 a 48.403 toneladas en 2026 para el conjunto de las 20 Partes que comparten la pesquería. La participación noruega en ese reparto aumentará hasta el 0,95 % del total.
«El atún rojo está ahora bien establecido en aguas noruegas y las oportunidades de pesca son mejores que nunca. Ha llegado el momento de empezar a aprovechar esta fantástica recurso», señaló la ministra de Pesca y Océanos, Marianne Sivertsen Næss, al anunciar el acuerdo logrado en ICCAT.
Paradójicamente, Noruega no ha sido capaz en los últimos años de agotar la cuota de atún rojo de la que ya disponía. En 2025, el país podía capturar 386,4 toneladas, pero la flota no llegó a ese volumen, algo que ya venía ocurriendo en campañas anteriores.
La propia ministra reconoció que esta infrautilización ha supuesto una presión adicional en la mesa de negociaciones: “En los últimos años no hemos logrado pescar toda nuestra cuota de makrellstørje, y eso se nota cuando defendemos un incremento en ICCAT”. Aun así, Sivertsen Næss confía en que el nuevo escenario de mayores posibilidades pueda convertirse en un aliciente para el sector: “En un momento de reducción de cuotas en muchas otras pesquerías, espero que la mejora de las oportunidades en este caladero sea positiva para los pescadores que quieran participar. Se trata de una especie de primerísima calidad y de un recurso que debemos ser capaces de aprovechar plenamente”.
Entre las razones que explican la dificultad para agotar la cuota, las autoridades noruegas han mencionado en ocasiones anteriores factores como los elevados costes de operación, las condiciones meteorológicas en la temporada de pesca, la coincidencia con otros caladeros prioritarios y ciertas limitaciones de mercado para colocar el producto.
Con el horizonte de una cuota mayor y más estable durante el periodo 2026-2028, el Gobierno quiere facilitar que un mayor número de buques noruegos pueda incorporarse a esta pesquería, actualmente desarrollada por una combinación de cerqueros, palangreros y una flota costera de menor escala. En la regulación de 2025, Noruega ya había ampliado el número de palangreros autorizados y mantenía un grupo específico para barcos costeros, además de reservar parte de la cuota a proyectos de investigación y marcado.
Sivertsen Næss avanzó que, de cara a los próximos años, el ejecutivo trabajará “para que más buques noruegos puedan participar en la pesquería”, con el objetivo de transformar en ingresos reales para el sector el incremento de posibilidades decidido en ICCAT.
El aumento de la cuota noruega de atún rojo se interpreta también como una señal política en un momento en que otras especies clave para la flota del país —como el bacalao o el arenque— afrontan ajustes a la baja en sus posibilidades de captura. Asegurar una participación algo mayor en una pesquería de alto valor comercial como el atún rojo puede contribuir a diversificar ingresos y a ofrecer nuevas alternativas a armadores y tripulaciones.
Queda ahora en manos del sector y de las autoridades de gestión convertir esta mejora en un aprovechamiento efectivo y sostenible del recurso. Si la flota logra adaptar su operativa, acceder a mercados de alto valor y optimizar la logística y la comercialización, el salto de 386,4 a 461 toneladas —y potencialmente hasta 535 en 2026— puede marcar un antes y un después en el papel de Noruega dentro de la pujante pesquería de atún rojo atlántico.
La Relación Económica 2025 confirma un punto de inflexión tras la crisis post-pandemia y energética,…
El Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés) ha…
Un sistema de pesaje a bordo que elimina estimaciones y aporta precisión, trazabilidad y control…
La Irish Fish Producers Organisation (IFPO) ha valorado muy positivamente la reunión mantenida con el…
El comité del convenio internacional rechaza por amplia mayoría incluir todas las especies del género…
La ONG acusa al Gobierno de “mirar hacia otro lado” mientras mercantes y pesqueros españoles…