Los humanos han levantado sobre el mar unas 500 islas en las últimas décadas. Si a eso se le añaden los puertos, marinas, rompeolas, plataformas petrolíferas, espigones y parques eólicos, las construcciones humanas ya afectan al 0,5% de los océanos. El porcentaje no parece impresionante pero el cemento se concentra en su mayoría en la estrecha líneas de costa. China, con sus kilómetros y kilómetros de piscifactorías, encabeza un avance de la tierra a costa del agua que se multiplicará en la próxima década.
Un grupo de investigadores ha usado diversas fuentes, desde imágenes de los satélites a estadísticas portuarias, para estimar el alcance de la huella humana en el mar. El estudio, publicado la semana pasada enNature Sustainability, reconoce que solo han podido medir una pequeña parte de las construcciones humanas en el mar. Muchas de ellas no son bien detectadas desde el aire o no hay datos fiables.
“La huella física de todas las estructuras combinadas es de 32.000 km²“, dice en un correo la principal autora de l