AFRIPEX, que agrupa a una decena de empresas con más de 19.000 toneladas de capacidad, denuncia que en 2024 se quedó sin pescar un 35% de la caballa y pide entrar en las ayudas públicas al mismo nivel que la flota.

La Asociación de Frigoríficos de Pesca Extractiva de Galicia (AFRIPEX) ha puesto cifras a una realidad que el sector llevaba meses mascando: las cámaras están preparadas, pero la materia prima no llega. En un informe sobre la capacidad frigorífica de sus empresas, la organización advierte de que en la campaña de caballa 2024 España dejó sin capturar 10,9 millones de kilos —a lo que se sumarían otros 3 millones de kilos de Portugal no consumidos—, lo que supone un aprovechamiento del 64,68% de la cuota oficial. “Si no se pesca, nosotros no congelamos; y si no congelamos, el negocio no se sostiene”, resumen. AFRIPEX

AFRIPEX, creada en 2017 y con sede en Galicia, agrupa a empresas como Frigomar Burela, Frigorífica Botana, Pescados Rubén, Portosín Fiss o Frigoríficos Docampo, todas ellas especializadas en recepción, procesado, congelación y almacenamiento de productos pesqueros derivados de la pesca extractiva. Conjunto, el colectivo mueve 130 millones de euros de facturación anual y da 300 empleos directos e indirectos, por lo que reclama ser reconocido como “pieza del mismo engranaje” que la flota y la industria transformadora. AFRIPEX

Capacidad sobrada, trabajo insuficiente

El documento sostiene que la capacidad de frío de las empresas asociadas supera las 19.000 toneladas, suficiente para absorber la cuota de caballa que no se ha pescado. Por eso la asociación reclama que la Administración “afine” la distribución e intercambio de cuotas y, sobre todo, autorice pescar en fin de semana para alargar las campañas y dar más días reales de mar a la flota que abastece a estos frigoríficos. “Tenemos instalaciones, túneles IQF y cámaras para almacenar ese pescado; si no entra, la estructura de costes se queda colgando”, advierten. AFRIPEX

La preocupación no es solo coyuntural. AFRIPEX teme que Bruselas interprete el bajo consumo de cuota como falta de necesidad y recorte las posibilidades de pesca los próximos años. “Si ahora no pescamos el 35% de la caballa, mañana nos dirán que solo necesitamos el 65%”, alertan en el informe. Ese escenario, unido al aumento de los costes de energía, cartón, plástico y combustible por la guerra de Ucrania, coloca a varias de las empresas “en pérdidas o al borde de ellas”. AFRIPEX

Radiografía empresarial: del puerto de Burela a Vigo

El informe repasa una por una las firmas asociadas y muestra un patrón común: son empresas con más de 30-40 años de trayectoria, con cámaras entre 400 y 6.000 toneladas, capaces de congelar entre 60 y 240 toneladas diarias en IQF y bloque, y que trabajan jurel, caballa, sardina, estornino, merluza, cefalópodos y túnidos según la zona. Un ejemplo: una de las plantas coruñesas tiene 6.000 toneladas de almacenamiento y 125 t/día de IQF; otra, en Burela, 1.500 toneladas y 138 t/día de congelación rápida; otra en Vigo, 500 toneladas de frío y 240 t/día de IQF. Son capacidades pensadas para campañas intensas que, sin embargo, en 2024 no han llegado al 100% de uso. AFRIPEX

Esa infrautilización se nota en los números: varias compañías mantienen facturaciones estables o crecientes, pero con márgenes cada vez más estrechos; otras, directamente, han pasado a números rojos en 2023 pese a tener instalaciones modernas, certificaciones ISO o marcas reconocidas en el mercado (como O Pulpeiro). La razón, según AFRIPEX, es simple: los gastos fijos del frío no se pueden parar; aunque se congele menos, la luz, el personal y el mantenimiento hay que pagarlos igual. Y la electricidad, recuerdan, “en ocasiones triplica su precio”. AFRIPEX

“Queremos las mismas ayudas que la flota”

Una de las reivindicaciones más claras del informe es entrar en el circuito de ayudas públicas al mismo nivel que los armadores o las empresas de primera venta. Afripex señala que cuando hay cierres de pesquerías —como el jurel— o paradas por mal tiempo, la flota sí recibe compensaciones, pero el frío que depende de ese pescado no. “Vamos en paralelo —dicen—, si el barco no pesca, el frigorífico no factura; por tanto, nuestra vulnerabilidad es la misma”. Por eso piden a la Secretaría General de Pesca que les incluya como beneficiarios en las próximas convocatorias y que los proyectos de modernización, digitalización o eficiencia energética de las cámaras puedan acudir a FEMPA y a otras líneas autonómicas. AFRIPEX

Más problemas en el horizonte

El informe también apunta dificultades laborales: con la reforma laboral, dicen, es más complicado reforzar personal solo para los picos de campaña, que es precisamente cuando hay que procesar grandes volúmenes de pelágicos. A eso se añade el Brexit, que ha encarecido y complicado la exportación a Reino Unido, y las nuevas exigencias de certificados de captura en terceros países, que ralentizan las operaciones. “Son muchas piedras pequeñas que, sumadas, hacen cuesta arriba mantener la actividad”, resume la asociación. AFRIPEX

Llamada a ordenar la caballa

La conclusión de AFRIPEX es que no es un problema de capacidad industrial, sino de organización del recurso. Si se autorizara pescar más días, si se movieran cuotas entre España y Portugal y si se garantizara que el pelágico disponible se captura, los frigoríficos gallegos podrían trabajar a plena carga y mantener empleo y facturación. De lo contrario, avisan, algunas plantas ya en pérdidas podrían no aguantar muchos ejercicios más.

“Individualmente somos una gota, juntos somos un océano”, recuerda el lema con el que cierran el informe. El mensaje de fondo es claro: el frío gallego está preparado para la economía azul… siempre que haya pescado que congelar. AFRIPEX