Los ciudadanos de la UE consumieron de medio kilo menos de pescado y productos de la pesca

En 2017, el consumo aparente de pescado y productos pesqueros en la UE fue de 12,45 millones de toneladas de equivalente en peso vivo, lo cual supuso un descenso del 2% en comparación con el nivel máximo de la década, alcanzado en 2016 (unos 12,69 millones de toneladas), según EUMOFA. Esto significa que entre 2016 y 2017, los ciudadanos de la UE consumieron, de media, medio kilo menos de pescado y productos pesqueros, ya que el consumo per cápita descendió de 24,87 kg a 24,35kg.

Los productos de captura salvaje representan tres cuartos del consumo aparente total de pescado y productos pesqueros. En 2017, el consumo per cápita de productos de captura salvaje fue de 18 kg, 360 gramos menos que en 2016, pero similar a la cantidad media de los 10 años anteriores.A pesar de que se produjo unpequeño descenso frente a 2016, el consumo de productos de acuicultura en la EU fue de 6,35 kg per cápita en 2017, un 2% inferior a la media de la década.

Tres especies de pescados de fondo, el bacalao, el abadejo de Alaska y la merluza, alcanzaron un consumo total de 4,84 kg per cápita en 2017, lo cual supuso una quinta parte del total. Con respecto a dichas especies, la tasa de autoabastecimiento de la UE es reducida, con una media del 16%.

Dado que todo el abadejo de Alaska disponible en la UE es importado, los Estados miembros dependen totalmente de países extra comunitarios para satisfacer su demanda. En lo que concierne al bacalao, especie más consumida en la UE (la segunda si se combinan todas las especies de atún), el autoabastecimiento comunitario ha disminuido enla última década, alcanzando un 11% en 2017, debido al aumento de las importaciones.Por otro lado, gracias al incremento de la producción, el autoabastecimiento comunitario de merluza siguió una tendencia ascendente durante el mismo periodo, alcanzando una media del 38% de 2014 a 2017.

Portugal es, con creces, el país más relevante de la UE en lo que concierne al consumo per cápita. En 2017, su nivel de consumo aparente fue más del doble del consumo aparente de la UE. Dos Estados miembros alcanzaron el máximo de la década: Malta y Dinamarca. En comparación con 2016, el descenso más acusado en términos absolutos fue el de Luxemburgo (–2,6 kg per cápita), mientras que el mayor crecimiento se observó en Bélgica (+2,3 kg per cápita).