La pesca de arrastre vuelve a estar en el centro del debate en Francia, con una creciente polarización entre los ecologistas y la industria pesquera. La campaña Protect Our Catch, impulsada por un grupo de ONG internacionales (BLOOM, Blue Marine Foundation, Empescat, Environmental Justice Foundation, Oceana, Only, Seas At Risk y Tara Ocean Foundation), ha lanzado un llamamiento al presidente Emmanuel Macron y al comisario europeo de Pesca, Costas Kadis, para que limiten drásticamente esta práctica en las Áreas Marinas Protegidas (AMP), calificándola de destructiva para la biodiversidad y para el futuro de la pesca artesanal.
En respuesta, la Unión de Propietarios de Pesca Franceses (UAPF) y la Asociación Nacional de Organizaciones de Productores (ANOP) llamaron a un debate abierto y basado en la ciencia, denunciando la retórica alarmista de las ONG y defendiendo el papel de la pesca de arrastre en la seguridad alimentaria y la economía costera.
Las posiciones cada vez son más distantes. Por un lado, las organizaciones ambientalistas argumentan que la pesca de arrastre amenaza los ecosistemas marinos, agota las poblaciones de peces y socava el futuro de la pesca en pequeña escala. Por otra parte, los armadores argumentan que la regulación en Francia es una de las más estrictas del mundo y que excluir arbitrariamente la pesca comercial de las AMP podría poner en peligro el suministro de alimentos y el sustento de miles de familias.
El debate se inscribe en un contexto más amplio: tras las decisiones de Suecia y Dinamarca de restringir la pesca de arrastre en sus aguas, el debate se está extendiendo a toda la Unión Europea. Las ONG están presionando para que Francia adopte medidas similares, creando un efecto dominó a nivel de la UE. Sin embargo, los armadores franceses advierten contra una narrativa que, según ellos, simplifica demasiado la cuestión, ignorando los verdaderos impactos económicos y sociales de las restricciones.
La industria pesquera también denuncia la falta de un debate equilibrado, señalando a la pesca de arrastre como única culpable de la degradación marina, mientras se silencian problemas como la contaminación, las perforaciones en alta mar y el cambio climático. Las asociaciones comerciales insisten en la necesidad de políticas basadas en evidencia científica y no en presiones emocionales o ideológicas.
Francia se encuentra ahora ante una decisión crucial: ¿seguir el camino trazado por los países del norte de Europa o defender un modelo de gestión que concilie sostenibilidad y actividad económica? La respuesta podría redefinir el futuro de la pesca a escala continental.
Newsan, líder en la industria pesquera argentina, y Profand, líder en la industria pesquera española,…
Susana Junquera puso su profesión a favor del viento y nos abrió camino hace 40 años…
Astilleros Balenciaga salva su futuro. Cofides –la sociedad para la financiación estatal– ha aceptado rebajar…
Las mujeres aumentan su presencia en las empresas de acuicultura de mares y ríos de…
Un mayor número de empresas secundan el Compromiso de Transparencia del Atún. Entre los nuevos…
El Clúster Marítimo Español destaca la importancia de la economía azul y reclama su consideración…