Los anguleros de la Cornisa Cantábrica están en pie de guerra ante los continuos recortes que está experimentando su actividad profesional. Por ese motivo, pescadores de Asturias, Cantabria, Galicia y País Vasco se reúnen en Gijón para hacer valer sus derechos y concretar medidas de presión ante las administraciones competentes. Las cuatro comunidades se enfrentan a idénticos problemas, agravados en el País Vasco con la que será su primera temporada de profesionalidad. Hasta ahora eran deportivos y a partir de este año pasan a la profesionalidad, según publica El Comercio.
En el centro de este frente común de anguleros se ha situado la Cofradía de Pescadores de Ribadesella, gestora del plan de explotación del oriente junto a la de Llanes, aunque el peso de las ventas siempre recae en la primera. Su secretario, José Manuel Gutiérrez, teme lo peor. «Esto es la ruina. Nos llevan al cierre, porque los inviernos siempre fueron complicados en este puerto debido a los problemas de entrada y salida. Era la angula la que nos salvaba, pero si ahora nos la quitan qué vamos hacer, no sacamos ni para gastos», se quejó.
Así, pidió ayudas directas a las cofradías afectadas y a quienes trabajan alrededor de esta pesquería. «Hay gente que solo vive de la angula, pescadores y compradores, hay negocios que son exclusivamente anguleros. Si se lo quitas habrá que compensarlos de alguna forma», añadió. La Asociación de Anguleros de Asturias ha pedido una reunión con el director general de pesca, pero éste sigue sin recibirla. Tampoco se ha reunido con las cofradías para abordar este asunto de forma monográfica.
Para colmo, mientras las capturas se recortan en el Cantábrico, en Francia aumentan. El país vecino facturó 60 toneladas de angula en la última temporada, «más que nunca, y este año les han autorizado cinco toneladas más». Las razones de ese incremento de capturas tiene que ver con la meteorología, «porque los vientos del sur y suroeste favorecieron ese recorrido, pero si vienen vientos del norte y noroeste acabarán en nuestras rías», añadió Gutiérrez.
En cambio, la temporada que en el oriente comienza a las 22 horas de hoy jueves va a ser la más corta de la historia. Quedará reducida a 30 días hábiles para la pesca, repartidos en cuatro meses: ocho días en noviembre, diciembre y enero y otros seis en febrero. «Una imposición que no se ha pactado con nadie, porque no nos han consultado ni hablado con el sector», se quejó José Manuel Gutiérrez.
La primera subasta de angula en la cofradía de Ribadesella está programada para las 11.30 horas del viernes. De obtener capturas en la primera noche, mañana se sabrá si se supera o no el récord histórico establecido el año pasado por el Grupo El Campanu, que pagó 7.280 euros por cada uno de los primeros kilos subastados en la anterior temporada.
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