El Proyecto de Ley de Pesca del Brexit se ha abierto camino en el Parlamento y es una pieza clave de la legislación para el Reino Unido después del Brexit. ¿Qué incluye el proyecto de ley de pesca Brexit?
Se ha alentado a los parlamentarios a respaldar una legislación emblemática del Brexit que implementará controles sobre los buques extranjeros que buscan acceder a las aguas de pesca del Reino Unido. El SNP ha intentado bloquear cualquier enmienda adicional al proyecto de ley hasta que se conozca el resultado de las negociaciones comerciales del Brexit.
Las negociaciones del Brexit aún están en curso, pero ambas partes han estado en un punto muerto durante algún tiempo en las áreas clave de la relación posterior al Brexit entre el Reino Unido y la UE.
En junio, ambas partes acordaron intensificar las conversaciones durante el verano para trabajar hacia un acuerdo sobre comercio y la relación futura, después de un progreso extremadamente lento durante los primeros meses de negociaciones.
Al final de la ronda de conversaciones más reciente en agosto, según David Frost y Michel Barnier, se había avanzado en la cooperación energética, la participación en programas sindicales y la lucha contra el blanqueo de capitales, pero no se había avanzado en la pesca y ayuda estatal.
Es necesario llegar a un acuerdo a finales de octubre para que las instituciones responsables de la UE y el Reino Unido puedan ratificarlo y aprobarlo.
El proyecto de ley de pesca crea poderes para que el país opere como un estado costero independiente y administre sus poblaciones de peces fuera de las reglas de la Unión Europea.
La legislación permite que el Reino Unido se convierta en un estado costero independiente después del Brexit, y los barcos de pesca extranjeros no pueden pescar en aguas del Reino Unido a menos que tengan licencia para hacerlo.
La Política Pesquera Común establece actualmente cuánto pueden capturar los pescadores británicos y dónde.
También permite que los barcos registrados en otros lugares de la UE faenen en aguas del Reino Unido, pero la nueva legislación acabará con esos derechos de acceso automático.
En cambio, el Reino Unido tendrá acceso para negociar en el futuro y los barcos extranjeros deberán tener licencia si pescan en aguas británicas.
El proyecto de ley establece en la ley que todas las poblaciones de peces deben pescarse a niveles sostenibles y tiene como objetivo garantizar la protección de especies como los delfines.
También incluye medidas sobre «pesca climáticamente inteligente» para considerar el impacto del cambio climático en el sector, por ejemplo, si las poblaciones de peces se mueven como resultado del aumento de las temperaturas.
Además de esto, también garantizará que los barcos del Reino Unido puedan seguir accediendo a cualquier parte de las aguas del Reino Unido, como lo hacen ahora independientemente de si están registrados en Inglaterra, Escocia, Gales o Irlanda del Norte.
La pesca es un punto de conflicto importante en las negociaciones del Brexit, y Escocia está particularmente interesada en tener voz en el proyecto de ley, ya que el país tiene una industria pesquera de clase mundial.
El proyecto de ley se ha estado abriendo camino en las cámaras, con diferentes partes haciendo diferentes demandas de enmiendas al proyecto de ley.
El SNP ha pedido a los conservadores escoceses que sigan la línea de los electores en lugar de los poderes de Westminster, y al SNP le preocupa que Escocia salga perdiendo si se le excluye de las conversaciones como potencia delegada.
El proyecto de ley se encuentra actualmente en la etapa de comité, que se reunirá el 8 de septiembre.
Tuvo su segunda lectura en la Cámara de los Comunes el 1 de septiembre, tras su paso por los Lores.
Si no se negocia un acuerdo entre la UE y el Reino Unido antes de que finalice el período de transición en diciembre, el Reino Unido abandonará tanto la unión aduanera como el mercado único, imponiendo aranceles importantes a las mercancías que entran y salen del Reino Unido.
Otros asuntos importantes como la cooperación en materia de seguridad y terrorismo, educación y ciencia corren el riesgo de quedar en el aire si no se llega a un acuerdo detallado sobre las futuras relaciones UE-Reino Unido.
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