Las políticas medioambientalistas de Sinkevicius, como comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca (2019 a 2024) llevaron a perder 355 barcos, encuadrados en el sector pesquero español en la anterior legislatura europea, el 3,77% del total, índice que sube al –5,70% en los buques que pescan en caladeros internacionales. Por artes, destaca la reducción de la flota de palangre de fondo (-13,51%), la de palangre de superficie (-6,53%), la de cerco (-6,46%) y la de arrastre (-3,53%). Igualmente, el sector perdió más del 4% de empleo (1.500 personas). Respecto a Europa, la reducción media de la capacidad pesquera comunitaria durante la anterior legislatura ue de 4.400 buques (-5,88%), siendo los países más afectados Grecia (-17,56%) o nuestros vecinos
portugueses (-11,58%).
Expectante y con esperanza
El sector expresa su esperanza en el próximo ejecutivo europeo a la vista de la carta de misión que Ursula von der Leyen transmitió al chipriota Costas Kadis, designado, y a la espera de ratificación, como nuevo comisario de Pesca y Océanos. El sector celebra, además, que este nombramiento responda a su reivindicación histórica de establecer una separación entre las políticas pesqueras y las políticas medioambientales en la UE, y confía en que la reorganización suponga un cambio de rumbo respecto al último mandato de la CE.
Para el sector esta decisión es un buen augurio, así como el hecho de que la CE haya decidido reforzar la normativa comunitaria destinada a combatir las prácticas pesqueras no sostenibles, tanto desde el punto de vista medioambiental como socioeconómico, de países no pertenecientes a la UE y que sí son exigidas a la flota comunitaria, creando un marco de competencia desleal para los pescadores europeos. Se trata también de una antigua reivindicación que además de reforzar la sostenibilidad de los océanos también lo hace con los derechos de los consumidores europeos.
“Habrá que esperar a ver las decisiones políticas sobre pesca del nuevo ejecutivo europeo, pero sin lanzar campanas al vuelo, el sector espera que realmente se comience a valorar nuestro rol social y estratégico y nuestro conocimiento y esfuerzo para cuidar de nuestros mares y océanos, -dice Julio Morón-. Nuestros políticos en Bruselas y nuestro ministro Luis Planas –añade Morón–, siempre van a contar con nuestro apoyo y colaboración para empujar aquellas iniciativas en materia pesquera guiadas por la lógica, el sentido común y los datos científicos. Fuera de estos parámetros no vemos futuro”.
Partiendo de estas premisas, el sector pesquero mantendrá su oposición a aquellas decisiones arbitrarias y sin base científica que impliquen cierres de zonas de pesca no justificados. En este sentido, recuerda la entrada en vigor el 9 de octubre de 2022 del Reglamento de Ejecución (UE) 2022/1614 de la CE, que cerró 87 zonas a la pesca de fondo en el Atlántico Nordeste, desde las costas de Irlanda hasta el Golfo de Cádiz, afectando la actividad de más de 10.000 pescadores del conjunto del sector pesquero comunitario (el cierre afecta a 16.419 Km² entre los 400 y los 800 metros de profundidad en aguas de Irlanda, Francia, Portugal y España, donde se supone la existencia de ecosistemas marinos vulnerables) y que tiene que ser revisado próximamente.
También apunta los cierres que puede provocar la Ley de Restauración de la Naturaleza, que fija el objetivo de restaurar el 20% de las áreas terrestres y marinas de la UE para 2030 y todos sus ecosistemas para 2050, lo que amenaza el futuro de los pescadores y la producción de alimentos en la UE, o el Plan Plurianual de Pesca en el Mediterráneo Occidental, adoptado en 2019 y en vigor desde enero de 2020 para regular la pesca demersal con el objetivo de lograr en 2025 el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS).
Este plan, apunta el sector está acabando poco a poco con la flota de arrastre mediterránea debido a las restricciones de días de trabajo y zonas de pesca que impone, sin que se haya evaluado el impacto socioeconómico de las medidas ya adoptadas. En los caladeros mediterráneos faenan un total de 3.400 barcos de la UE y la flota de pesca española de arrastre (556 buques) que faena en estas aguas capturan entre otras especies algunas de alto consumo, tales como la gamba roja, la gamba blanca, la merluza, el salmonete, el calamar, el rape o la cigala.
Igualmente, y dentro del ámbito nacional, el sector pesquero también mantendrá su batalla para conseguir que los productos pesqueros sean incluidos por el Ejecutivo en la lista de productos y alimentos básicos para la población y, por lo tanto, con un trato fiscal acorde o similar al de otros productos básicos, a los que desde el 1 de octubre se aplica un tipo del IVA del 2% y, a partir del próximo año, un tipo superreducido del 4%.
Por último, Cepesca también considera de vital importancia acometer un plan robusto para
garantizar el relevo generacional. Cabe recordar que actualmente solo el 27% de los afiliados al Régimen Especial del Mar (REM) son menores de 40 años y el tramo mayoritario (35%) se concentra entre 50 y 59 años
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