Pesca responsable, biodiversidad marina y transición energética centran el nuevo Memorando de Entendimiento firmado por ambas partes
La Unión Europea e Islandia han dado un paso decisivo en su relación estratégica con la firma de un nuevo Memorando de Entendimiento que busca fortalecer la cooperación en pesca sostenible, conservación de la biodiversidad marina y transición energética en el sector pesquero. El acuerdo fue suscrito por el comisario europeo de Pesca y Océanos, Costas Kadis, y la ministra islandesa de Industria, Hanna Katrín Friðriksson, en un acto que subraya los valores comunes y los intereses compartidos entre ambas partes en materia de gobernanza oceánica.
El memorando refuerza una colaboración de larga data, definiendo ahora un marco operativo más amplio que incluye el compromiso con políticas basadas en evidencia científica, la gestión conjunta de los recursos pesqueros en el Atlántico Nordeste y la protección de especies vulnerables como los cetáceos.
Uno de los pilares del acuerdo es la creación de un diálogo anual de alto nivel que se alternará entre Bruselas y Reikiavik. Este foro evaluará los avances y explorará nuevas formas de colaboración en ámbitos clave como la investigación científica, la protección de los ecosistemas marinos y el desarrollo sostenible de la cadena de valor pesquera.
Para las empresas pesqueras que operan en aguas atlánticas o dependen de recursos comunes, este nuevo contexto ofrece mayor previsibilidad en la gestión de los stocks, fomenta la inversión en innovación sostenible y mejora la coordinación de estrategias frente a la transición energética, uno de los grandes desafíos del sector en la actualidad.
Además, el acuerdo incluye un llamamiento conjunto para acelerar la ratificación del Tratado sobre la Biodiversidad más allá de las Jurisdicciones Nacionales (BBNJ), considerado clave para reforzar la gobernanza en aguas internacionales y garantizar un uso sostenible de los recursos oceánicos.
Este memorando se enmarca dentro del Pacto Europeo por el Océano, con el que la Unión Europea busca consolidar su papel como líder en diplomacia azul. Una visión que aspira a equilibrar la protección ambiental, la resiliencia de las comunidades costeras y la competitividad económica del sector pesquero en un entorno en continua transformación.
El acuerdo UE–Islandia no solo tiene valor político, sino que representa un gesto tangible de compromiso mutuo con un futuro más sostenible, justo y coordinado para los océanos y quienes dependen de ellos. La industria pesquera y las instituciones tendrán ahora la oportunidad de traducir este marco internacional reforzado en nuevas iniciativas, inversiones y políticas que consoliden una verdadera transformación azul.
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