El nuevo informe SoMFi 2025 de la FAO constata una reducción del 50% en la presión pesquera y una recuperación de especies clave, pero alerta de que más de la mitad de los recursos siguen sobreexplotados
La pesca en el Mediterráneo y el mar Negro empieza a dar señales de respiro tras años de sobreexplotación crónica, aunque el diagnóstico sigue lejos de ser plenamente positivo. Así lo refleja el informe State of Mediterranean and Black Sea Fisheries 2025 (SoMFi), presentado en Roma por la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM) de la FAO. FAOHome
El documento, elaborado con aportaciones de más de 700 expertos de la región, confirma que la presión pesquera se ha reducido a la mitad en la última década y que la biomasa de las principales especies comerciales ha aumentado un 25% entre 2013 y 2023. Aun así, el 52% de los stocks evaluados continúa sobreexplotado, frente al 87% de hace diez años: una mejora notable, pero todavía insuficiente para hablar de ecosistemas plenamente sanos.
«Las poblaciones no están aún donde nos gustaría, pero empiezan a recuperarse gracias a una gestión basada en la ciencia y a la implicación de los actores del sector», subraya Manuel Barange, director de Pesca y Acuicultura de la FAO, que llama a mantener el esfuerzo dentro de la estrategia de “Blue Transformation”. FAOHome
El SoMFi 2025 analiza 120 stocks en todo el Mediterráneo y el mar Negro y constata un giro en la curva: menos mortalidad pesquera y más biomasa disponible.
En varios recursos emblemáticos ya se ven resultados:
Este cambio se vincula a una década de decisiones más firmes por parte de los países miembros de la CGPM: desde 2013 se han aprobado 11 planes de gestión, 11 zonas de pesca restringida (FRAs) y 18 programas de investigación y proyectos piloto destinados a alimentar las decisiones de gestión con mejor conocimiento científico.
Aun así, no todo evoluciona al mismo ritmo. El informe señala que:
Desde la Comisión Europea, Milena Mihaylova, responsable de gestión pesquera para el Mediterráneo y el mar Negro, recuerda que los avances se apoyan en compromisos políticos previos como las Declaraciones MedFish4Ever y Sofía, pero advierte: «No podemos dar el trabajo por concluido. Hará falta más colaboración y acción continuada para asegurar la sostenibilidad a largo plazo, también en los planos social y económico».
El otro gran titular del SoMFi 2025 es el empuje de la acuicultura. La cría de peces y mariscos en aguas marinas y salobres representa ya más del 45% de la producción de alimentos acuáticos en la región, con 940.000 toneladas en 2023. Sumando pesca y acuicultura, la cadena de valor alcanzó 2,06 millones de toneladas, generó 21.500 millones de dólares y sostuvo 1,17 millones de empleos en 2023.
Por primera vez, el informe ofrece una panorámica detallada del sector acuícola:
Esta expansión ha convertido a la acuicultura en la fuente de alimentos acuáticos que más crece en el Mediterráneo y el mar Negro, y en un pilar creciente de la seguridad alimentaria y de los medios de vida costeros.
«A medida que la acuicultura sigue creciendo, es esencial un enfoque coordinado para que el sector permanezca sostenible, productivo, competitivo y rentable, y al mismo tiempo preserve los servicios ecológicos y contribuya al desarrollo socioeconómico inclusivo», resume Ahmet Seremed, representante del sector acuícola turco. FAOHome
Pese a los avances, el informe no oculta los puntos críticos:
En paralelo, la propia acuicultura afronta sus propias asignaturas pendientes: reducción de impactos ambientales, mejora de la sanidad animal y la bioseguridad, simplificación de marcos regulatorios a menudo fragmentados y refuerzo de su aceptación social en las comunidades costeras.
Mirando al horizonte, el SoMFi 2025 advierte de que la demanda de productos acuáticos en la región seguirá creciendo, impulsada por el aumento demográfico y por cambios en los hábitos de consumo. Para mantener los niveles actuales de consumo per cápita en todos los países mediterráneos y del mar Negro, la producción deberá incrementarse entre un 14% y un 29% de aquí a 2050, combinando pesca y acuicultura.
«Los alimentos acuáticos, los pescadores y los acuicultores siempre han sido clave para las comunidades costeras de la región. Debemos garantizar que lo sigan siendo en el futuro, a través de la cooperación y una gestión eficaz», subraya Miguel Bernal, secretario ejecutivo de la CGPM. FAOHome
El informe, que la FAO publica cada dos años, se consolida así como barómetro de referencia para responsables políticos, sector y científicos. El mensaje de esta edición es claro: las políticas de gestión basadas en la ciencia empiezan a dar frutos visibles, pero la recuperación todavía es frágil y exige redoblar esfuerzos si se quiere garantizar un Mediterráneo y un mar Negro vivos, productivos y socialmente justos para las próximas décadas.
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