La subasta de pescado de Arcachon ha tratado de resistir lo mejor posible a la crisis sanitaria. Si bien el volumen de negocio bajó un 8%, hasta los 9,97 millones de euros, sólo perdió un 6% en volumen, hasta las 1.261 toneladas.
En un año marcado por la paralización de muchos barcos durante las primeras semanas del encierro de marzo y por el descenso de tres a dos ventas semanales al mismo tiempo, la menor facturación estaba cantada. La segunda mitad del año permitió ponerse al día. Los insumos bajaron un 17% a finales de junio. Durante el verano, las ventas se benefician del gran número de turistas que llegaban a la cuenca.
El lenguado sigue siendo el pescado estrella de la lonja de Arcachon. Con un descenso del 7% en volumen, con 359 toneladas desembarcadas, y del 7% en valor, con 4,9 millones de toneladas, representa por sí solo el 50% de la facturación del año.
Le siguen la merluza (145 toneladas, -4%), la lubina (98 toneladas, -11%), la sepia (55 toneladas, -34%) y el rape (47 toneladas, -39%). La sepia, en particular, sufrió la primera contención. Su temporada de pesca dentro de la cuenca estaba en pleno apogeo en ese momento. Salvo por la disminución de los volúmenes, la clasificación de estas cinco primeras especies es idéntica a la de 2019.
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