Europa Azul

La Niña podría exacerbar los huracanes en 2018, después de un 2017, en que el Harvey, Irma, Maria …han arrasado las costas. Los huracanes de esta temporada 2017 pasarán a la historia por ser particularmente poderosos. La temporada 2018 podría ser peor, según las previsiones de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA).Por ello, la posible llegada de La Niña, «hermana pequeña» de El Niño, en los próximos meses se antoja también con múltiples repercusiones. Según NOAA, hay un 55-65% de posibilidades de que aparezca durante el invierno. Si sucede y persiste el próximo verano, podría haber consecuencias en los huracanes de verano.
La Niña es una de las dos fases de la Oscilación del Niño del Sur (Enso). Se manifiesta por un cambio en las temperaturas de la superficie oceánica cerca del Océano Pacífico ecuatorial, que afecta los patrones del clima del Pacífico en el Atlántico.
Las dos fases de Enso actúan como un ciclo alternativo entre los dos océanos, intensificando la actividad de los huracanes en uno, mientras que lo debilita en el otro. La Niña tiende a fortalecer la actividad en el Atlántico y a reducirla en el Pacífico central y oriental.

Otros factores

Durante un episodio de El Niño, dice la climatóloga Kristina Dahl de la Unión de Científicos de Oakland, los vientos subtropicales del oeste pueden incentivar un huracán en desarrollo o incluso evitar que se forme. No sucede durante La Niña.
La Niña es un fenómeno climático que forma parte de un ciclo natural global del clima conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS). Este ciclo global tiene dos extremos: una fase cálida conocida como El Niño y una fase fría, precisamente conocida como La Niña. Cuando existe un régimen de vientos alisios fuertes desde el oeste, las temperaturas ecuatoriales disminuyen y comienza la fase fría o La Niña. Cuando la intensidad de los alisios disminuye, las temperaturas superficiales del mar aumentan y comienza la fase cálida, El Niño.El fenómeno de La Niña generalmente dura entre nueve y doce meses, pero algunos ciclos pueden durar dos años. Por lo tanto, la zona sur de los Estados Unidos y el Caribe podrían acoger huracanes severos en 2018.
Sin embargo, según dice Tom Di Liberto, del centro de predicción del clima de la NOAA, «La Niña nunca es igual». Otros factores entran en juego, como la Oscilación Ártica y el movimiento hacia el sur de las masas de aire del Ártico «.