La sostenibilidad en las pesquerías de atún a nivel mundial ha alcanzado un nuevo hito. Una proporción cada vez mayor de las capturas globales de atún proviene de poblaciones que no están siendo sobreexplotadas, gracias, en gran medida, a la mejora continua de las prácticas de gestión impulsadas por las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROP) de atún.
Estas organizaciones, que coordinan la gestión de los recursos pesqueros compartidos entre países, han implementado reformas significativas en cuatro áreas clave: procesos de cumplimiento, gestión de dispositivos agregadores de peces (FAD), estrategias de extracción y monitoreo electrónico. Estas mejoras han contado con el apoyo técnico y científico de organizaciones como la Fundación Internacional para la Sostenibilidad de los Productos del Mar (ISSF), que ha desempeñado un papel catalizador.
Contar con mecanismos de cumplimiento sólidos es esencial para garantizar que los países miembros de las OROP implementen correctamente las medidas de conservación acordadas. En este sentido, varias OROP han realizado importantes avances:
Los FAD son estructuras flotantes que concentran peces y facilitan su captura, pero su uso descontrolado puede dañar los ecosistemas. Las OROP han intensificado su regulación:
Estas iniciativas buscan reducir el impacto ambiental y promover una pesca más responsable.
Las estrategias de extracción son marcos de gestión basados en ciencia que permiten tomar decisiones de forma anticipada y transparente ante cambios en las poblaciones de atún. En los últimos años, su adopción ha cobrado impulso:
Estas estrategias ayudan a blindar las decisiones de gestión frente a presiones políticas y garantizan una explotación sostenible de las poblaciones.
El monitoreo electrónico (EM) se ha convertido en una herramienta esencial para complementar los programas de observadores humanos, especialmente en las flotas de palangre de gran escala donde la cobertura es limitada.
En los últimos años, varias OROP han reconocido oficialmente el valor del EM:
Aunque los avances son notables, los desafíos persisten. Aún es necesario garantizar una implementación equitativa y efectiva de estas políticas, y reforzar la cooperación internacional para afrontar problemas como la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR).
La serie de evaluaciones de mejores prácticas elaborada por ISSF documenta año tras año el progreso de las OROP en materia de sostenibilidad. Este seguimiento constante, combinado con innovación, ciencia y voluntad política, será clave para asegurar el futuro de las poblaciones de atún y la salud de los ecosistemas oceánicos.
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