La Asociación Nacional de Armadores de Buques Congeladores de Pesca de Marisco (ANAMAR) , en colaboración con la Secretaría General de Pesca, impartirá en próximas fechas un nuevo cursillo sobre la aplicación del diario electrónico de a bordo (DEA). La flota andaluza de buques congeladores de pesca de marisco continúa actualizando los conocimientos normativos de sus tripulantes a través de cursos prácticos de formación organizados por (ANAMAR) en colaboración con diversas administraciones públicas.
Fruto de esta cooperación acaba de desarrollarse –en esta ocasión con el Servicio de
Seguridad Alimentaria de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía–, la III Jornada de Formación, Concienciación y Aplicación de las Normas Sanitarias a bordo, con la que se capacita a los profesionales de esta flota para garantizar el desarrollo óptimo de las inspecciones sanitarias de sus capturas y para cumplimentar los registros documentales.
Este cursillo, que ha sido impartido por miembros del equipo de Inspección de Buques,
encargado de las visitas sanitarias y documentales a los barcos de la flota marisquera andaluza en los puertos africanos, ha confirmado el correcto cumplimiento de la normativa higiénico- sanitaria en todas y cada una de las labores de pesca en los 52 buques de ANAMAR, que cuentan con alrededor de 25 tripulantes por barco. Estos buques faenan en los caladeros de Angola, Mauritania y Guinea Bissau, con especies objetivo como gamba, alistado, carabinero y cangrejo.
A bordo de los buques de ANAMAR, que realizan lances de dos horas, personal cualificado
limpia, clasifica y congela el marisco para, posteriormente, y sin romper en ningún momento la cadena del frío, almacenarlo en cámaras de congelación a una temperatura entre -25° y -30° durante un período aproximado de 30/40 días de marea. La elaboración se realiza en 90 minutos y la congelación en dos horas, de forma que en menos de cuatro horas el producto está terminado y mantiene tanto su color y sabor, como sus propiedades gastronómicas y nutricionales.
Tras la marea, los pesqueros transbordan sus capturas al mercante correspondiente, que
transporta el marisco capturado a los puertos andaluces –fundamentalmente, Algeciras, Cádiz, Huelva y Sevilla– para su posterior venta en subasta pública y su distribución. La inspección tiene como objetivo comprobar el correcto proceso de manipulación y la situación sanitaria del marisco, así como de los barcos.
El programa formativo que desarrolla ANAMAR, integrada en la Confederación Española de
Pesca (CEPESCA), impartirá próximamente un nuevo cursillo a sus tripulantes, esta vez en
colaboración con la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación (MAPA), enfocado a la compleja aplicación del DEA (Diario Electrónico de A bordo) que comunica diariamente a la administración pesquera los datos de las capturas realizadas.
“Nuestro objetivo es que estos cursos optimicen el cumplimiento de la normativa vigente y
sirvan de base, conciencien y faciliten la preparación excelente del personal de las empresas armadoras en el desarrollo de su labor y ante las inspecciones a nuestros buques”, explica Francisco Guil Arreciado, responsable del Departamento de Estructuras de ANAMAR. “Desde la asociación trabajamos en la organización de nuevas jornadas de capacitación en otras obligaciones importantes de los titulados a bordo, en concreto, la aplicación del DEA y los requisitos de cumplimentación diaria que marca la Administración”, añade Guil.