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Los desafíos que enfrenta la flota y la tripulación española en Seychelles que sufre casos de COVID-19 han requerido costos muy altos, dijo Miguel Herrera, subgerente de la Organización de Productores Asociados de Grandes Congeladores de Atún (OPAGAC), Miguel Herrera

Tras un cambio de tripulación en junio, un total 97 de 207 marineros de África occidental que se unieron a la flota pesquera española en Seychelles dieron positivo para COVID-19. En consecuencia, se utilizaron buques para poner en cuarentena los casos activos en una zona reservada a las afueras de Port Victoria.

«Nuestras compañías han hecho los arreglos necesarios para garantizar que la pesca pueda continuar durante estos tiempos difíciles, para evitar la escasez de alimentos y las graves consecuencias socioeconómicas que surgirán de una interrupción prolongada de las actividades», dijo Herrera.

«En la actualidad, la tripulación de tres de los barcos ha sido liberada y podrán reanudar la pesca pronto. Esperamos que los otros barcos puedan partir tan pronto como la revisión de otros tripulantes arroje resultados negativos. Tres cerqueros zarpará el viernes luego de la autorización de las autoridades locales «, agregó.

Herrera dijo que en esta etapa es difícil evaluar el costo de los impactos, aunque está claro que COVID-19 está teniendo amplias consecuencias negativas en la economía de la empresa.

Desde el comienzo de la pandemia, OPAGAC ha trabajado con las autoridades locales en los países de origen y destino de la tripulación para garantizar que las transferencias se realicen bajo estrictos estándares de salud y seguridad, dijo. Para garantizar que se cumplan todas las medidas establecidas por las autoridades sanitarias locales, los miembros de la tripulación se someten a pruebas para detectar COVID-19 en su país de origen, se les exige que usen máscaras mientras viajan y se vuelven a probar al llegar para un cambio de tripulación.

«Desafortunadamente, las pruebas COVID no son una ciencia exacta y existen falsos negativos y positivos. Gracias a los arreglos que hicimos con el Departamento de Salud y el Doctor Español (Instituto Social de la Marina) con sede en Seychelles, pudimos identificar algunos tripulantes potencialmente infectados por COVID a su llegada y tomaron las medidas de precaución necesarias «, dijo.

Según la última actualización dada por el Comisionado de Salud Pública, Jude Gedeon, el martes, quedan 39 casos activos entre la gente de mar. Gedeon dijo que 58 marinos se han recuperado y ya están de vuelta en el trabajo.

La pesca es el segundo contribuyente principal a la economía de Seychelles, un archipiélago en el Océano Índico occidental, pero con la falta de visitantes que viajan a la nación isleña, el sector es actualmente uno de los principales generadores de divisas.