Países Bajos lidera la innovación: la cría de algas y la energía eólica marina conviven con éxito en el Mar del Norte
En un contexto europeo centrado en encontrar soluciones sostenibles y multifuncionales para el uso del espacio marítimo, los Países Bajos marcan un hito con un innovador proyecto que combina la energía eólica marina y la acuicultura de algas. La iniciativa, denominada North Sea Farm 1, lanzada en 2022 por la asociación North Sea Farmers, ha conseguido su primera cosecha de algas marinas cultivadas dentro de un parque eólico situado a 18 kilómetros de la costa de Scheveningen.
Este proyecto pionero, que cuenta con el apoyo financiero de Amazon, busca demostrar que la producción de energía renovable y la cría sostenible de algas no solo pueden coexistir, sino también complementarse. Además, es un experimento clave para estudiar cómo este tipo de actividad puede afectar —o incluso beneficiar— a la biodiversidad marina.
La granja piloto, ubicada en un espacio anteriormente reservado a la producción eólica, ocupa alrededor de una hectárea, aunque los planes de expansión son ambiciosos: North Sea Farmers aspira a alcanzar hasta 85.000 hectáreas de cultivo para 2040, aprovechando los espacios intermedios entre las estructuras de los aerogeneradores.
La cosecha inaugural, aunque modesta, ha demostrado que las estructuras son estables, que las algas —en su mayoría Saccharina latissima— crecen de forma eficaz y que no se ha detectado ningún impacto negativo sobre las instalaciones eólicas. Las algas se destinarán a múltiples usos: alimentación, cosmética, bioplásticos y biocombustibles.
Uno de los aspectos más destacados del proyecto es su potencial positivo sobre el ecosistema marino. La instalación de estas granjas podría atraer peces y otras especies, actuando como zonas de regeneración ecológica. Investigadores están realizando seguimientos con sensores y estudios de campo para evaluar el impacto real sobre la fauna marina local.
Además, se subraya que este modelo híbrido puede contribuir a combatir el cambio climático, mediante la captura de carbono y la reducción de la acidificación oceánica.
El proyecto North Sea Farm 1 se enmarca dentro de una tendencia creciente en Europa para multiplicar los usos del espacio marítimo en consonancia con los objetivos del Pacto Verde Europeo y la estrategia azul sostenible. Bélgica, Alemania y Escocia ya están replicando modelos similares.
Para Amazon, financiador principal del proyecto, se trata de una apuesta alineada con su compromiso de alcanzar la neutralidad de carbono en 2040. “Este proyecto es un claro ejemplo de colaboración entre empresas, ONGs y científicos para construir un futuro sostenible”, indicó un portavoz de la compañía.
El siguiente paso será industrializar el modelo: ampliar la superficie cultivada, incorporar sistemas automatizados de recolección y establecer normativas claras para facilitar su implementación. Ya se están entablando conversaciones con el gobierno neerlandés para delimitar zonas específicas y asegurar el marco jurídico necesario.
Este enfoque demuestra que, con visión e innovación, el mar puede ser un espacio compartido entre diferentes sectores y una fuente de soluciones sostenibles para los retos climáticos, energéticos y alimentarios del siglo XXI.
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