El GAC Oriental instalará diez compactadoras de residuos en buques de cerco de Colindres, Santoña y Laredo para evitar vertidos en el mar

El Grupo de Acción Costera (GAC) de Cantabria Oriental instalará diez compactadoras de residuos a bordo de buques pesqueros de cerco con motivo de la próxima costera del Bonito del Norte. Esta iniciativa tiene como objetivo reducir el volumen de residuos generados, evitar vertidos al mar y mejorar la habitabilidad y salubridad en las embarcaciones.

Cabe destacar que estos barcos pueden pasar entre ocho y diez días en alta mar con hasta 18 tripulantes a bordo, lo que genera grandes cantidades de residuos que no siempre se gestionan adecuadamente. Para abordar esta problemática, el GAC, a través de su proyecto ‘Compact Blue’, busca ofrecer una solución efectiva. El proyecto cuenta con un presupuesto de 83.768,30 euros, financiado en el marco del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura (Fempa) y gestionado por el GAC Oriental como entidad colaboradora de la Consejería de Pesca.

La iniciativa nace del compromiso de la entidad y la flota pesquera de la zona para mantener el mar y los océanos libres de residuos y plásticos marinos para la supervivencia de las especies marinas y la actividad pesquera sostenible, de manera que se protegen los mares y se mejora el futuro de la pesca y la calidad del pescado, ya que se contribuye a reducir la ingesta de microplásticos.

Esta actuación «pionera e innovadora» ya se ha puesto a prueba en una de las diez embarcaciones en las que se instalarán las compactadoras. El San Roque Divino fue el primer barco en probar la máquina en agosto de 2024 y, ahora, a él se suman los armadores del Bustillo, Donosti, Manuel Padre Segundo y Nuevo Aires Asón, de Colindres; el Nuevo Libe, Ermita Pilar, Madre Lita y Padre Joaquín, de Santoña; y Aitana del Mar y Nuevo Panelo Villa, de Laredo.

Las máquinas compactadoras son de carácter neumático -de aire comprimido- sin ningún tipo de componente eléctrico o hidráulico, lo que, según detallan, «genera mayor seguridad» a bordo en los buques pesqueros y le confiere una prácticamente nula huella de carbono generando cero emisiones de CO2. Además, se realizarán unas pequeñas modificaciones para su adaptabilidad al medio marino tras probar su operatividad e idoneidad en el San Roque Divino.

Lo interesante de la medida es que es exportable a otros buques pesqueros de España y la Unión Europea, lo que contribuiría a generar un impacto positivo en concienciación y protección del hábitat marino.