La economía azul sostenible está ahora en el centro de las políticas internacionales y representa una palanca estratégica para el crecimiento del sector pesquero. Los compromisos asumidos en la reciente Conferencia OOC10 Ocean , con 277 iniciativas y más de 9 mil millones de dólares movilizados, abren escenarios concretos para empresas, compradores y actores de la cadena de suministro, ofreciendo nuevas oportunidades de desarrollo, innovación y acceso a fondos.
En el contexto de una atención creciente a la transición ecológica y al equilibrio entre el uso de los recursos y la protección de los ecosistemas marinos, la economía azul sostenible se está consolidando como un modelo de referencia para el futuro del sector pesquero europeo y mediterráneo. En OOC10, la mayor inversión individual, por un valor de 4.500 millones de dólares, se destinó a este ámbito, centrándose en el espíritu emprendedor, la digitalización y el apoyo a la pesca sostenible en pequeña escala.
La participación directa de más de 60 países y organizaciones internacionales hizo de la Conferencia un punto de inflexión para las estrategias industriales relacionadas con los océanos. Más del 10% de los compromisos fueron en tecnologías avanzadas: inteligencia artificial, eDNA, drones y monitoreo satelital para mejorar la gestión de la pesca, las áreas marinas protegidas y la biodiversidad. Se trata de herramientas cada vez más solicitadas también en el Mediterráneo, donde muchas empresas están evaluando inversiones en sensores marinos y sistemas predictivos para optimizar la producción.
Para las empresas italianas, estas dinámicas se traducen en oportunidades concretas. Las pymes del sector pueden contar ahora con un ecosistema favorable, coherente con los principios de la economía azul sostenible, integrado por fondos europeos, convocatorias regionales y sinergias público-privadas, con un foco creciente en la sostenibilidad, la digitalización y la exportación. Proyectos como Horizonte Europa o BlueInvest en Bruselas refuerzan esta tendencia, ofreciendo apoyo directo al desarrollo de productos innovadores y trazables.
El componente de comunicación también juega un papel estratégico: hablar hoy de economía azul sostenible significa posicionarse en línea con los criterios ESG exigidos por la gran distribución y los inversores. Las empresas que integran estos temas en su narrativa ganan mayor atención, también desde una perspectiva de internacionalización. Como declaró un portavoz de la Comisión Europea: «La economía azul es el motor de la transición verde de Europa. Quienes innoven ahora liderarán el mercado mañana».
Desde ferias internacionales como Seafood Expo Global hasta mesas institucionales, el tema se está consolidando como la columna vertebral de las nuevas políticas industriales marinas. Unirse a programas multilaterales e invertir en innovación sostenible hoy no sólo es una oportunidad, sino una necesidad para seguir siendo competitivo. La economía azul sostenible representa una trayectoria irreversible para el sector pesquero. Entre la digitalización, los fondos europeos y las nuevas tecnologías, las empresas italianas pueden reforzar su posicionamiento y atraer capital, compradores y colaboraciones estratégicas. Es hora de actuar, centrándonos en la innovación, la visión y la responsabilidad.