El exceso de oferta reduce el valor total de las ventas al exterior, a pesar del aumento de las toneladas exportadas
Noruega exportó más salmón que nunca en un mes de mayo, pero los precios en fuerte descenso redujeron el valor total de las exportaciones. Según el último informe del Consejo Noruego de Productos del Mar, en mayo se exportaron 112.846 toneladas de salmón, un 38% más que en el mismo mes de 2024. Sin embargo, el valor total cayó un 1% interanual, situándose en 9.800 millones de coronas noruegas (unos 950 millones de euros).
El precio promedio del salmón entero fresco descendió hasta 75,78 coronas noruegas por kilo (unos 7,34 €), frente a las 116,68 coronas del año anterior (unos 11,04 €). Este desplome del 35% en los precios representa la mayor caída interanual jamás registrada para el salmón noruego.
Analistas del sector atribuyen esta bajada a un aumento de la producción, no solo en Noruega sino también en otros países productores, lo que ha generado una oferta excesiva y ha empujado los precios a la baja. “Las condiciones de cultivo han sido especialmente favorables, lo que ha incrementado las cosechas”, explicó Paul T. Aandahl, analista del Consejo Noruego de Productos del Mar.
A pesar de la caída en valor total, algunos mercados mostraron un crecimiento notable. Estados Unidos se consolidó por quinto mes consecutivo como el mercado de más rápido crecimiento para el salmón noruego, con exportaciones valoradas en 1.400 millones de coronas (unos 136 millones de euros), un incremento del 40% respecto a mayo de 2024.
Por su parte, China experimentó un aumento del 181% en volumen, alcanzando las 8.273 toneladas, con un valor total de 241 millones de coronas (alrededor de 23 millones de euros). En lo que va de año, las exportaciones a China han aumentado un 58% en valor y un 123% en volumen respecto al mismo periodo del año pasado.
El descenso de precios podría continuar en los próximos meses. Según Philip Scrase, analista de la consultora Kontali, el precio spot del salmón de piscifactoría podría caer hasta 6–6,5 euros por kilo en la segunda mitad de 2025, lejos del promedio de 8 €/kg registrado en 2023.
Factores como el aumento de la producción, los cambios en los aranceles internacionales y las políticas comerciales seguirán influyendo en la dinámica del mercado. Los productores, por tanto, deberán ajustar sus estrategias para preservar márgenes en un entorno cada vez más competitivo y volátil.
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