El varapalo del jurel se siente en el sector pesquero español. La fuerte reducción de la cuota deja en crítica situación a 73 barcos gallegos que dependen de la especie. Junto a ello las lonjas se resienten de la imposibilidad de dirigir los aparejos al jurel de Fisterra a Noruega. Por ello, se augura un año difícil para aquellas embarcaciones que tenían en esta especie una de sus pesquerías principales. Es el cerco el segmento de flota más afectado por la drástica reducción de capturas: de 70.000 toneladas a 15.000 (de 17.400 a 3.271 en el Cantábrico). Y dentro de esa modalidad, unos lo van a tener más difícil que otros. Las repercusiones son mas que manifiestas. La crisis del jurel ha generado agujero en las ventas de los cerqueros gallegos, solo paliadas en parte por el aumento de los precios medios y por la mayor abundancia de sardina o caballa. La estadística de Pescagalicia lo confirma se vendieron 15.800 toneladas en 2022, la cifra más baja en una década, pero el alza en la pesca de sardina o en los precios medios ayudan a paliar la caída en ventas: 45,8 millones.
El “varapalo“ del jurel se siente en el sector de bajura
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