Investigación

Investigadores de la UVigo alertan del impacto del cambio climático en el marisqueo gallego

Investigadores del Centro de Investigación Mariña de la Universidade de Vigo llevan más de una década analizando las rías gallegas y advierten de efectos cada vez más adversos provocados por el aumento de temperatura y las precipitaciones intensas, que alteran la salinidad del agua y del sedimento. En su opinión, esa combinación de factores es responsable de mortalidades masivas de bivalvos como almejas y berberechos, y de un preocupante descenso en las capturas.

Durante la jornada titulada “Marisqueo en Galicia: tradición, ciencia y desarrollo económico”, organizada por el Consello da Cultura Galega en Santiago de Compostela, los expertos hicieron público un mensaje contundente: si esta tendencia continúa, el marisqueo podría quedar reducido a una actividad simbólica en muchas zonas costeras. La catedrática Elsa Vázquez, del departamento de Zoología de la UVigo, resumió los hallazgos basados en doce años de observaciones en las Rías Baixas: cuando la salinidad baja por debajo de 15 gramos por litro o la temperatura del sedimento supera los 32 ºC, muchas almejas y berberechos no sobreviven.

Más allá de las muertes directas, los biólogos han documentado efectos subletales en los moluscos que permanecen vivos: estrés fisiológico, desaceleración del crecimiento y pérdida de capacidad reproductiva. Estas alteraciones pueden reducir su rendimiento y su recuperación a largo plazo.

La situación no se limita a los cambios físicos: los investigadores también apuntan a factores contaminantes químicos y microbianos como agravantes. Fármacos residuales, bacterias emergentes y residuos industriales en las corrientes de agua pueden debilitar aún más organismos ya afectados por condiciones extremas.

Para responder a estos retos, la Xunta y la UVigo colaboran en proyectos científicos como RIFA, destinados a estudiar cómo responde la almeja roja (Polititapes rhomboides) frente a estresores ambientales (temperatura, salinidad, patógenos) y definir estrategias preventivas que puedan trasladarse al sector marisquero.

Adicionalmente, el cambio climático ha sido señalado como una amenaza para la productividad del marisco en Galicia. En ciclos divulgativos recientes, científicos del IIM-CSIC y del CIM de la UVigo han enfatizado que episodios climáticos extremos —olas de calor, lluvias torrenciales— han sido vinculados a mortandades de bivalvos desde el año 2000.

La comunidad científica hace un llamamiento a la acción inmediata. Reclaman mejores sistemas de monitoreo ambiental, políticas de gestión adaptativa en las cofradías y cooperación entre instituciones y sector para que la pesca tradicional no quede como una reliquia del pasado.

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