La inflación en EE.UU. penaliza el pescado fresco. Los altos niveles de inflación en EE.UU. han tenido un impacto significativo en las ventas de pescado fresco, lo que ha provocado un aumento de las ventas de pescado enlatado o envasado, ya que son más baratos y accesibles que el fresco.
Lo mismo ocurre con el pescado congelado, que también se vio afectado por la inflación el pasado mes de junio, lo que hizo disminuir sus ventas, aunque ciertamente no tanto como el producto fresco.
Como ya se ha dicho, a pesar de que la población estadounidense ahorra en pescado fresco, las ventas de productos de pescado en las estanterías se han mantenido estables, si no han crecido.
En efecto, es innegable que, con la inflación desbocada, la población estadounidense toma decisiones más meditadas en cuanto a las compras, y en especial las de alimentos. En el panorama estadounidense, y en particular en lo que respecta a los productos del mar, éstos se consideran una exquisitez, por lo que no es de extrañar que las ventas estén bajando en estos momentos.
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