El cierre del turismo ha sido un castigo para los pescadores andaluces. Así muchas flotas, como la de Motril, se suben cada madrugada a sus barcos para llevar género fresco a las mesas. El estado de alarma ha ralentizado el ritmo laboral de todos los ciudadanos sin dar respiro al sector primario. Los decretos del Gobierno dejan en un pequeño limbo a los pescadores.
Sin posibilidad teletrabajar, ni de quedarse en casa como recomienda Sanidad, la flota pesquera española – formada por 8.972 buques, según el censo de 2018- esta siendo sometida a una auténtica prueba de estrés; desde la proclamación del estado de alarma el sábado 14 de marzo: garantizar el suministro de pescado al resto de la cadena alimentaria y, por otro lado, sobrevivir a la crisis económica, que dejará tras de si la marea del Covid-19 sin que se infecten las más de 31.700 personas empleadas en esta actividad. Un reto al que, según denunciaron esta semana la patronal europea Europêche, Cepesca y la Asociación Europea de Organizaciones de Productores (EAPO) no ayudan las restricciones al movimiento adoptadas en Europa ni, el «colapso de los precios» tras el cierre de la restauración, la hostelería y la caída del turismo. Tampoco se sienten protegidos contra la epidemia.
El sector pesquero formó el pasado viernes su propio «comité de crisis» ante la previsible prórroga del estado de alarma y llamó a las puertas de Bruselas para pedirle, entre otras medidas, flexibilizar la Política Pesquera Común para dar la opición a transferir más del 10% de las cuotras de pesca al año próximo, «mecanismos de precio mínimo», suministro de mascarillas o guantes y, sobre todo, reformar el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) para transformarlo en un apoyo financiero en estas difíciles circunstancias. En este sentido, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, mandó el jueves una carta al comisario europeo de Pesca Virginijus Sinkeviius, apoyando la transferencia de cuotas de pesca a 2021 o las ayudas al almacenamiento ante la caída de precios, entre otras reinvidicaciones. Por su parte, el secretario general de Cepesca Javier Garat, reconoce su «preocupación» por el impacto que pueda tener el coronavirus sobre «la rentabilidad de las flota», pero añade que «somos conscientes de la responsabildiad que tenemos como suministradores de uno de los alimentos básicos de nuestra dieta».No obstante Garat hablaba que «por rsponsabilidad en el cumplimiento de las medidas contra la pandemia la flota de bajura tiene que parar».
A pie de puerto, el gerente de Asospesca, Jose Maria Gallart, comenta que en Almería –«con una flota eminentemente de bajura»– solo el 60% de las embarcaciones más grandes (las de arrastre, unos 24 barcos) trabajan, «ya que pueden cumplir mejor las exigencias sanitarias», mientras que el 90% de las de artes menores (50 embarcaciones) están casi todas paradas.
Andalucía
Pero el gran temor de los pescadores almerienses está en la caída de precios, que ya se siente en las lonjas: «Por ejemplo, la gamba roja antes se pagaba a 80 euros/kg, este viernes entre 25 y 30 euros/kg. Se ha desplomado un 80%», comenta el responsable de Asospesca quien añade que en el resto de pescados (rape, salmonete, pulpo…) «esta semana se ha mantenido el precio» pero advierte contra la menor actividad de los minoristas y un retroceso en las ventas de entre el 40 y el 50%. «El 60% de la flota de arrastre en Almería se ha comprometido a seguir pescando, pero dependemos de la demanda», avisa José María Gallart. En este sentido, reconoce que el sector se ha sentido «fuera del decreto que flexibiliza los ERTE» y pide que se les incluya, para «tener acceso alas mismas ayudas que el resto del tejido industrial».
Para Eduardo Míguez, adjunto a la dirección del Puerto de Celeiro (Lugo), «habrá un periodo de ajuste en la oferta y demanda», aunque asegura que ya se trabaja con la distribución. De momento, con una flota mayoritariamente de altura (40 embarcaciones frente a 10 de bajura) dedicada a la merluza(de palangre o volanta) y sin positivos por coronavirus, el precio de este pescado en lonja recibió «un impacto fuerte» esta semana: la merluza de palangre pasó de pagarse a 6/7 euros de media por kg a menos de 3 euros/kg, mientras la merluza de volanta cotizaba el viernes por debajo de los dos euros/kg de media. En cualquier caso, igual que Gallart, garantiza el mantenimiento del suministro.
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