Estados Unidos importó más pescados y mariscos el año pasado que en cualquier otro momento de su historia, y el déficit comercial del país en el sector está creciendo, según datos del gobierno federal.
Los estadounidenses importaron más de 2.700 millones de kilos (6.000 millones de libras) de pescados y mariscos valorados en más de 21.500 millones de dólares en 2017, de acuerdo con información de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), que supervisa la pesca estadounidense. El país importó más de 3.600 millones libras valuadas en unos 6.000 millones de dólares.
La creciente brecha ocurre en un momento en que el secretario de Comercio Wilbur Ross, quien dirige la agencia federal que incluye a la NOAA, ha señalado que una de las prioridades del gobierno es reducir el déficit.
Estados Unidos cuenta con un importante sistema pesquero de especies como el salmón del Pacífico, la langosta de Nueva Inglaterra y el abadejo de Alaska, pero importa más del 90% de los pescados y mariscos que consumen sus habitantes.