Las consecuencias del coronavirus se están propagando con dureza en el sector pesquero catalán. Los ERTE se están sucediendo en una flota pesquera catalana, especialmente la dedicada a la captura de pescado azul, a la que también ha afectado negativamente el mal tiempo de las últimas semanas. Además, han cerrado muchas pescaderías y las primeras cofradías han cesado ya en su actividad. Han cerrado en Tarragona y Sant Feliu de Guíxols por diversos casos positivos, y también la Cofradía de Barcelona. El lunes ya no se harán a la mar las barcas de Arenys de Mar y Blanes. En Palamós también podrían estar a un paso de cerrar. La actividad de las cofradías cerradas podría no recuperarse antes del 11 de abril.
La propia consellera de Agricultura de la Generalitat, Teresa Jordà, reconoce que quien peor lo está pasando del sector primario es la pesca marítima, donde se hace muy difícil poder asegurar las medidas de seguridad e higiene exigidas. La dirección general de Pesca i Afers Marítims de la Generalitat ya ha solicitado ayudas urgentes a los ministerios de Trabajo y Agricultura. Según el director general de Pesca, Sergi Tudela, se está preparando un paquete estatal de ayudas para compensar la caída de ingresos.
El patrón mayor de la Confraria de Pescadors de Vilanova i la Geltrú, Jaume Carnicer, no esconde la inquietud que se vive en las embarcaciones catalanas. Recuerda que “en una barca es prácticamente imposible mantener las manos limpias y una distancia mínima de un metro entre pescadores”.
También apunta que el hecho de que bares y restaurantes estén cerrados, sus principales compradores, “lo pone todo mucho más difícil”. A causa de la pandemia se han derrumbado los precios del pescado y el marisco de la lonja de la capital del Garraf entre un 30% y un 60%, aunque con la excepción de los precios “razonables” de este jueves por las pocas capturas. Podrían estudiar medidas como la comercialización domiciliaria, e incluso acabar cerrando la cofradía “por solidaridad con el resto del sector”.
En la lonja de Roses, sin embargo, los precios no han caído a causa de una notable disminución en las capturas. Este jueves jueves sólo una de las 19 embarcaciones de Roses salió a pescar. Según el secretario de la Confraria de Roses, Joan Fontdecaba, no han decidido si acabarán cerrando, a la espera de que se resuelvan los 13 ERTE presentados.
Las embarcaciones dejan de salir del puerto
Casi la totalidad de las siete embarcaciones que capturan pescado azul del puerto de la capital del Garraf han amarrado por varias semanas en los norayes del puerto acogiéndose a un ERTE, y también la mitad de las 23 de arrastre.
Este jueves, sólo una barca de pescado azul faenó. El patrón mayor de Vilanova quiso lanzar este jueves por la tarde un especial agradecimiento a todo el sector primario, a los trabajadores de la Confraria y también a los pescaderos, ya que “sin todas estas personas no encontraríamos producto en los mercados y pescaderías”. La pequeña flota artesanal de Sitges se mantiene sin faenar por el mal tiempo mientras ha visto como los precios caían entre un 20% y un 60%.
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