Europa Azul

El sector pesquero se siente atosigado por el control «excesivo» que vienen realizando las patrulleras galas. Por parte de los pescadores existe un notable malestar por la forma de acercamiento de las patrulleras a los barcos. Los pescadores se rebelan porque, igual que los de Francia, los Países Bajos, Bélgica, Portugal o Alemania, denuncian que el Gobierno galo aplica esta medida de urgencia vulnerando normas comunitarias. y sin haber consultado con el sector. También aducen que lamedida no va a tener  efecto porque son muy pocos los varamientos los cetáceos que se producen a lo largo del año. 

 Por su parte, el gerente de la Organización de Productores de Ondarroa, Mikel Ortiz, decía que el amarre de la flota va a producir que se dejen de pescar 120.000 kilos de pescado con unas pérdidas de 500.000 euros por quedar amarrados»

Unicamente las parejas de arrastre fondo, cerco, volanta, trasmallo y rasco tienen prohibido capturar pescado en la costa de Francia.

El resto de arrastreros siguen trabajando  y otro grupo de barcos ha marchado a trabajar a Irlanda realizando, después,  las descargas de especies en las lonjas vascas.

Francia ordenó  el cierre de sus aguas territoriales atlánticas, 200 millas mar adentro, a barcos de cualquier país que faenen con dichos artes. «La demanda estos días tampoco es muy alta y la única especie que se ha sentido es el gallo y el calamar porque está finalizando la campaña», señalaba Enrique Legarda, presidente de la Asociación de Detallistas de Gipuzkoa

Unos 450 barcos que faenan en el Golfo de Vizcaya, cuyas artes de pesca se consideran un riesgo de captura accidental de delfines, quedan  amarrados un mes. «Se aprecia que muchos barcos están trabajando, sin problema», decía Legarda.

De momento, este cierre de la pesca no tiene su inmediata repercusión sobre los precios de las especies.

Suministro garantizado

Las pescaderías  vascas no están teniendo problemas para vender sus especies a la  clientela, pese al cierre de los caladeros galos del sur hasta el 20 de febrero por la entrada en vigor  de  la orden  del Conseil d’État francés tendente a cerrar la pesca, en el Golfo de Vizcaya, para proteger a  los cetáceos.