21-11-2021 Merluza negra sostenible. ECONOMIA ANDALUCÍA ESPAÑA EUROPA CÁDIZ OPROMAR
En España es conocida como merluza negra o también como bacalao de profundidad. Su nombre científico es: Dissostichus eleginoides. Es una especie de pez de aguas profundas que habita en el océano Austral y en zonas subantárticas, especialmente en torno a islas como Kerguelen, Georgia del Sur o las Malvinas. Es muy apreciada comercialmente por su carne, especialmente en mercados de alta cocina, donde también se le conoce en inglés como «Chilean sea bass» (aunque no es un bajo en sentido taxonómico).
En el corazón del océano Austral, en la región de los temidos «cuarenta rugientes», cerca del archipiélago de Kerguelen, se capturan cada año entre 4.000 y 5.000 toneladas de légine australe mediante la técnica de palangre. Este método consiste en el uso de líneas de pesca de hasta 10 kilómetros de longitud, equipadas con miles de anzuelos. A pesar de ser una especie de alto valor comercial y ampliamente estudiada, el inicio de su ciclo de vida sigue siendo un misterio para la ciencia.
Este pez de aguas profundas, que puede vivir más de 50 años y habitar zonas de hasta 2.500 metros de profundidad, despierta un creciente interés entre biólogos marinos, gestores pesqueros y responsables de conservación. En este contexto, Fanny Ouzoulias, doctoranda en ciencias del mar en el Muséum national d’Histoire naturelle de París, centra su investigación en el fenómeno del «reclutamiento» de la merluza negra en las aguas de Kerguelen. Este término hace referencia al número de juveniles que cada año logran integrarse a la población adulta.
Ouzoulias explica que el reclutamiento depende de tres etapas críticas del ciclo de vida del pez: la reproducción, la deriva de huevos y larvas impulsadas por las corrientes, y la supervivencia de los juveniles hasta alcanzar la madurez, alrededor de los 7 u 8 años. Cada una de estas fases está marcada por tasas de mortalidad elevadas y variables, lo que puede hacer que la población adulta sea extremadamente vulnerable a la sobrepesca.
Por ejemplo, si durante varios años disminuye la cantidad de alimento disponible para las larvas, el número de jóvenes que sobreviven y se incorporan a la población adulta se reduce drásticamente. Esto podría provocar un declive severo en las capturas futuras, aunque la presión pesquera se mantenga constante.
El objetivo principal de la tesis es identificar cuáles de estas fases son las más sensibles, así como los factores ambientales que condicionan el éxito del reclutamiento. De esta manera, la investigación aspira a aportar datos clave para adaptar la gestión pesquera a los ciclos naturales de la especie, y evitar así una sobreexplotación irreversible.
Este trabajo se enmarca en una colaboración entre el Muséum d’Histoire naturelle y el Instituto del Océano de la alianza Sorbonne Université. Con iniciativas como esta, se busca dar voz a una nueva generación de científicos que estudian los océanos y ofrecen soluciones concretas para enfrentar los retos de sostenibilidad en los recursos marinos.
Gracias a este tipo de estudios, y a una mejor comprensión de los ciclos de vida de especies clave como la légine australe, es posible avanzar hacia una pesca más sostenible, que garantice tanto la conservación de la biodiversidad como el futuro de las comunidades que dependen del mar.
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