El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha decretado el cierre de la pesquería de atún rojo (Thunnus thynnus) a partir de las 00:00 horas de este sábado 6 de septiembre, afectando a dos modalidades específicas: la de curricán en el Atlántico Nordeste y Golfo de Vizcaya, y la de palangre de superficie en el Atlántico Norte.
La orden ministerial establece que todos los buques autorizados a la captura fortuita de atún rojo deberán, a partir de ahora, liberar vivos los ejemplares que capturen accidentalmente. En el caso de que no sea posible mantenerlos con vida, el pescado deberá ser descartado y anotado en el Diario Electrónico de A Bordo (DEA), como medida de control y trazabilidad.
El cierre se enmarca dentro de la estricta gestión de esta especie altamente valorada, que cuenta con cuotas internacionales reguladas por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) y aplicadas por la Unión Europea. En España, el reparto de cuota se distribuye entre distintas modalidades de pesca, siendo el curricán y el palangre de superficie actividades con autorizaciones más limitadas y destinadas fundamentalmente a capturas accesorias.
El MAPA ha señalado que la decisión busca proteger la sostenibilidad del stock de atún rojo, una especie que en el pasado sufrió una fuerte sobreexplotación y que ha experimentado un proceso de recuperación gracias a la aplicación de planes de gestión rigurosos. “El cierre se aplica cuando se estima que se ha alcanzado el límite de capturas asignado, de acuerdo con los mecanismos de control de la flota”, indicaron fuentes del ministerio.
El cierre afecta principalmente a las embarcaciones artesanales y de pequeña escala del Golfo de Vizcaya, así como a una parte de la flota de palangre de superficie del Atlántico Norte. Para estos pescadores, el atún rojo constituye una especie de valor añadido, si bien su captura en estas modalidades es limitada en comparación con otras flotas industriales, como el cerco o el cebo vivo.
A partir de ahora, la actividad pesquera de estas modalidades deberá centrarse en otras especies objetivo, mientras se cumple con la obligación de liberar los ejemplares de atún rojo. La medida permanecerá en vigor hasta el inicio de la próxima campaña, prevista para 2026, siempre condicionada a la disponibilidad de cuota.
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