El mercado del camarón se resiente hasta finales de año

El aumento de los precios de los insumos y la reducción de la renta disponible en los principales mercados podrían crear problemas al mercado de camarón, cuyas consecuencias se resentirán a final de año.

El informe H2 Global Aquaculture Update de Rabobank muestra que actualmente hay poca demanda de productos del mar, ya que la producción de camarones aumenta, lo que provoca un descenso regular de los precios. Además, todo se complica por el aumento de los costes de los piensos, el transporte y la energía, lo que plantea a los camaroneros unos meses no demasiado fáciles.

En 2021 y la primera parte de 2022, la demanda de gambas fue ciertamente mayor en EE.UU. y la UE, pero la situación, con una demanda más débil, que podría cambiar a finales de año, incluso y especialmente en el negocio de la restauración, muy afectado por la inflación. Al mismo tiempo, aunque se han reanudado las importaciones desde China, no cabe esperar que se produzcan bloqueos provocados por Covid con las consiguientes restricciones a la importación.

Por lo que respecta a la productividad, ésta sigue siendo muy fuerte y creciente en Indonesia, Vietnam y también en Ecuador, país este último que ya muestra tasas de crecimiento significativas desde el año pasado y que posiblemente alcance un potencial de 1,3 millones de toneladas.

Al mismo tiempo, en el sudeste asiático, el mercado del camarón podría ser realmente débil y estar sujeto al aumento de los precios de los piensos y a la caída de la demanda.

Aunque las perspectivas a corto plazo no son las mejores para el mercado de la gamba, el escenario, para aquellos productores y criadores que sepan sobrellevar bien el bache, será mejor a largo plazo, con una demanda en alza.

En sí, la gamba es un producto pesquero muy utilizado en diversas partes del mundo. Esto se debe a su versatilidad en la cocina, que permite utilizarla en diversas recetas, tanto para entrantes como para platos principales y de fondo. Su delicado sabor también hace que los niños los coman con gusto.
Además, el potencial de aumento de la producción es bien conocido. Por ejemplo, sólo India podría triplicar su producción hasta alcanzar los 3 millones de camarones.