Las emisiones de CO2 de los buques mercantes que utilicen los puertos de la Unión Europea empezarán a gravarse en 2024. Se trata de un cambio importante para los operadores marítimos, que repercutirán la factura a sus clientes finales pero esperan beneficiarse de los ingresos para acelerar la descarbonización.
Las compañías de transbordadores, como Corsica Linea, cuyos nueve buques emiten 330.000 toneladas de CO2 al año, están especialmente expuestas.
El Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE), que ya se aplica a la industria pesada, se ampliará al transporte marítimo a partir del 1 de enero de 2024. Se trata de la culminación de un proceso que comenzó en 2018 con la introducción del reglamento MRV (Monitoring, Reporting and Verification), que obliga a los buques comerciales de más de 5.000 toneladas de registro bruto (TRB) a notificar su consumo de combustible en cada viaje en aguas europeas. Esto dio a la UE una base para calcular el importe del impuesto que podría aplicarse a las emisiones de gases de efecto invernadero de los buques, una decisión política que finalmente se adoptó en mayo de 2023.
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