El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes 8 de febrero un real decreto por el que se regula la pesquería de atún rojo en el Atlántico oriental y Mediterráneo. Esta norma incorpora al ordenamiento jurídico español las disposiciones del Plan de gestión de la pesquería, aprobadas en Dubrovnik en 2018, por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT en sus siglas en inglés), organización pesquera intergubernamental responsable de la conservación de los túnidos y especies afines en el océano Atlántico y mares adyacentes.
El nuevo marco regulatorio español, derivado del marco internacional, mantiene un elevado nivel de exigencia en materia de gestión y control, lo que garantizará la sostenibilidad del recurso después de que ICCAT diese por concluido el plan de recuperación, iniciado en 2006, para adoptar un plan de gestión cinco años antes de su objetivo previsto, lo que significa un rotundo éxito en la ordenación de esta pesquería.
Se consolida y mejora así el acceso al recurso para las flotas que, durante estos años, se han visto afectadas o excluidas en la pesquería por las estrictas exigencias sobre límites de capacidad, que restringieron especialmente el número de buques artesanales del Mediterráneo y Canarias con autorización para realizar captura dirigida.
En la reunión anual de ICCAT también se refrendó el Total Admisible de Capturas fijado para el trienio 2018 – 2020, correspondiendo 28.200 toneladas para 2018; 32.240 toneladas para 2019 y 36.000 toneladas para 2020, lo que para España supone llegar a más de 6.000 toneladas.
Con el aumento del Total Admisible de Capturas es posible atender las necesidades de las flotas afectadas por las restricciones, al mismo tiempo que el grueso de la cuota se asigna a las flotas autorizadas a la captura dirigida desde 2008, año en el que comenzaron las mayores exigencias de limitación de capacidad.
En base a los criterios de historicidad, empleo y dependencia de la pesquería recogidos en la Ley de Pesca Marítima del Estado se asignan, en forma de posibilidades de pesca trasmisibles, el 87,15% de las posibilidades de pesca de España a las almadrabas y los buques de cebo vivo del Cantábrico, palangre de superficie del Mediterráneo, línea de mano del Estrecho, y cerco en el Mediterráneo. Otra parte de la cuota se asigna a las flotas artesanales del Mediterráneo, Estrecho y Canarias, además de habilitar un pequeño porcentaje de captura accesoria para el palangre y la costera del bonito.
Mediante el nuevo Real Decreto se simplifica la normativa de gestión, se mantienen los mecanismos de control para consolidar la buena situación de esta pesquería, se establece un reparto equilibrado, y se reconoce los esfuerzos realizados por todas las flotas junto con las administraciones para la plena recuperación de esta especie.
PLAN DE GESTIÓN
La situación biológica de la población de atún rojo hizo necesario en 2006 adoptar un plan de recuperación que ha sido modificado en varias ocasiones, y entre cuyas medidas destacan la obligación de que cada Estado miembro elabore un plan de pesca anual para las almadrabas y los buques que capturen atún rojo, asignación y adecuación de las posibilidades de pesca a la capacidad existente, restricciones en las épocas autorizadas de pesca, tallas mínimas, puertos autorizados y otras medidas de control.
La Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), a la que la Unión Europea pertenece desde 1997, que es la responsable de establecer las normas para el ejercicio de la pesquería de atún rojo del Atlántico en el ámbito internacional, decidió en 2018, en su XXI reunión anual en Dubrovnik (Croacia), pasar del plan de recuperación del atún rojo al de gestión, a partir de 2019, en base a los informes científicos que indicaban signos de recuperación de la especie.
Un plan de gestión, para el que España defendió la simplificación de las medidas existentes y el mantenimiento del exigente sistema de control implantado y que tan buen resultado había dado en los últimos años. Un plan de especial relevancia para la flota española, al ser el primer país en términos de captura en el área regulada por ICCAT, es decir la pesquería de atún rojo del Atlántico oriental y del Mediterráneo.
La recuperación de esta especie ha supuesto además un espaldarazo a la correcta gestión de las organizaciones regionales de pesca, en este caso ICCAT, que ha conseguido recuperar el recurso gracias a un ejercicio conjunto de responsabilidad en la gestión de la pesquería en el que España ha sido líder en cumplimiento y vigilancia.
Entre las mejoras del nuevo plan de gestión, se destaca la flexibilización de las temporadas de captura, y la eliminación de las restricciones a la inclusión de buques artesanales en los planes anuales de pesca.
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