«Hay oportunidades de oro en innovación contra el cambio climático»

El Congreso Uhinak, fruto de la colaboración entre Ficoba y el centro tecnológico Azti, nació en 2015 para analizar la evolución del cambio climático y sus efectos sobre la costa. Esa especificidad geográfica no era casual. Azti es una entidad experta en el análisis del medio marino y el País Vasco concentra grandes cantidades de población (y por tanto de infraestructuras, servicios, actividades económicas…) en el litoral.

«Desde el principio hemos tenido las ideas claras», aseguraba la directora de este congreso, Mónica Alday. Seis ediciones y casi diez años después, Uhinak sigue siendo «punto de encuentro fundamental para difundir investigaciones y buscar soluciones ante el desafío del cambio climático, uno de los principales retos a los que nos enfrentamos como sociedad». Para ello, la semana que viene, los días 23 y 24, se reunirán 150 expertos de distintas organizaciones y países, «un 20% de ellos de Francia», resaltaba Alday como ejemplo de la dimensión «internacional y colaborativa» que tiene esta cita

Cuando nació Uhinak, aún se hablaba de crisis climática. Hoy se habla de emergencia climática. «Hay evidencias medibles del impacto que ya tiene el cambio climático hoy en día. Aquí, en Euskadi, la temperatura media del agua ha subido entre 0,2 y 0,25 grados en la última década y se estima que serán entre 1,5 y 2,5 grados a finales de siglo», apuntó Rogelio Pozo, CEO de Azti.

Esos cambios de temperatura intensifican la frecuencia e intensidad de los fenómenos adversos extremos y elevan el nivel del mar, «ahora mismo, a una media de 3,9 mm cada diez años». Pero no sólo eso. «Se acidifica el mar y también se producen cambios en los patrones migratorios de las especies que afectan a las capturas de nuestros arrantzales», apuntaba Pozo.

Divulgar la información

Desde su origen, Uhinak ha buscado divulgar la información recopilada por los científicos para ayudar en la toma de decisiones de las administraciones y en la búsqueda de oportunidades en este nuevo escenario. Decía el director de Patrimonio Natural y Cambio Climático del Gobierno Vasco, Adolfo Uriarte, que pese al preocupante incremento de los efectos medibles sobre nuestro entorno inmediato, «desgraciadamente, nuestra juventud está empezando a perder interés, en el tema, quizá un poco cansada de este discurso. Debemos insistir en plantear esto en clave de oportunidad porque hay, realmente, oportunidades de oro en el desarrollo de soluciones innovadoras que tenemos que seguir implementando desde las instituciones», que no están, ni mucho menos, paradas a este respecto.

Proyectos en marcha

«En este congreso desde la Diputación daremos a conocer avances en varios proyectos que impulsamos», aseguraba el diputado foral de Sostenibilidad, José Ignacio Asensio. «Presentaremos el quinto informe de Naturklima del impacto del cambio climático en Gipuzkoa, el proyecto Blue Point sobre contaminación por plásticos en las costas, la videometría de la costa de Gipuzkoa y un estudio del efecto de las algas tóxicas en nuestro litoral».

Que el cambio climático ha modificado las políticas públicas es un hecho. También a nivel local. La alcaldesa de Irun, Cristina Laborda, lo evidenciaba con ejemplos concretos. «Hasta hace un par de años teníamos un plan de inundabilidad para Behobia; ahora, en Santiago, ya hemos empezado a implantar medidas fijas, compuertas, para responder a un riesgo que hasta ahora no se había dado». El otro ejemplo se refería a infraestructuras mucho más costosas, «los tanques de tormentas que desde Servicios de Txingudi se está planificando realizar en algunos puntos porque el cambio en la dinámica de precipitaciones ha evidenciado que los suelos y ríos pueden no van a ser suficientes para absorber la lluvia».