Se trata de una de las grandes apuestas en materia ambiental de la Unión Europea recogida en la estrategia de Biodiversidad de la Unión Europea. El Consejo ha llegado a un acuerdo sobre una propuesta de Ley de Restauración de la Naturaleza. La propuesta tiene por objeto poner en marcha medidas de recuperación que cubrirán al menos el 20 % de las zonas terrestres y el 20 % del mar de la UE para 2030, y todos los ecosistemas que necesitan restauración para 2050. Establece objetivos y obligaciones jurídicamente vinculantes específicos para la restauración de la naturaleza en cada uno de los ecosistemas enumerados, desde tierras agrícolas y bosques hasta ecosistemas marinos, de agua dulce y urbanos.
El Partido Popular Europeo (PPE) en la Eurocámara mostro su oposicion a que se aprobara la propuesta de Ley de Restauración de la Naturaleza, pero los ministros de medio ambiente de la Unión Europea lograron cerrar el acuerdo, pese voto en contra de delegaciones como Polonia, Italia, Suecia o Finlandia, un “acuerdo político” sobre la propuesta de reglamento con la que la UE aspira a restaurar ecosistemas, hábitats y especies en todas las zonas terrestres y marinas de la UE.
«No basta proteger el 30 % de los espacios terrestres y marinos para 2030, sino que debemos también restaurar los ecosistemas particularmente dañados», ha afirmado. Según ha dicho Ribera durante el debate, el acuerdo entre los ministros está «por debajo» de lo que hubiera deseado «y, sin embargo, es un paso muy significativo». Cuando el 1 de julio dé comienzo la Presidencia semestral de España de la UE, Ribera será presidenta del Consejo de Medio Ambiente y, como tal, será la encargada de negociar con esta posición común con el Parlamento Europeo, donde el ponente en este asunto es el socialista español, César Luena.
El Consejo acordó que los estados miembros implementarán medidas de restauración que llevarían a tener en buenas condiciones para 2030 al menos el 30 % de los hábitats en ecosistemas terrestres, costeros, de agua dulce y marinos que no estén en buenas condiciones según la propuesta inicial de la Comisión.
No obstante, los Estados miembros establecerían medidas de restauración en al menos el 60 % para 2040 y al menos el 90 % para 2050 de la superficie de cada grupo de hábitat que no esté en buenas condiciones.
El enfoque general que sale de este acuerdo, tras la propuesta que hizo la Comisión Europea en junio de 2022, servirá como guía para las negociaciones con el Parlamento Europeo sobre la forma final de la legislación, que deberá estar aprobada a finales de 2023.
Para las áreas de hábitat sujetas a medidas de restauración, los estados miembros acordaron que se asegurarían de que no tengan un deterioro significativo. En áreas que ya están en buenas condiciones o donde aún no se implementan medidas de restauración, particularmente fuera de la red de áreas protegidas Natura 2000, los estados miembros se esforzarían por implementar las medidas necesarias para evitar un deterioro significativo. Esto se traduciría en una obligación basada en resultados para los primeros y una obligación basada en el esfuerzo para los segundos.
Existe un debate creciente entre distintos sectores sociales, e incluso colectivos profesionales, sobre cómo se determina el estado de conservación de los hábitats a restaurar. Mientras que la Comisión Europea defiende su evaluación y considera que es de un indiscutible carácter científico, distintas voces relacionadas con el medio natural califican el método de mero inventario, pero no un análisis en profundidad de la calidad del hábitat.
En este acuerdo del Consejo, reconocen los estados miembros que los datos sobre el estado de algunos hábitats son incompletos y, por lo tanto, será difícil cuantificar su mejora. Por ello, acordaron que las medidas de restauración cuantitativa solo se aplicarían a áreas donde se conoce la condición de los hábitats. Según la UE más del 80 % de los hábitats europeos se encuentran en mal estado.
Para los hábitats terrestres, los estados miembros tendrían hasta 2030 para determinar el 90 % del estado de los hábitats. En el caso de los hábitats marinos, para 2030 debería conocerse el estado del 50 % de ellos. La condición de todos los hábitats debería conocerse para 2040.
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