El North Western Waters Advisory Council (NWWAC) ha emitido un contundente informe en el que advierte sobre graves carencias en el nuevo Reglamento Delegado de la Comisión Europea (27 de agosto de 2025), que complementa el Reglamento (CE) 1224/2009 sobre control pesquero, vigilancia e inspección.
El documento, presentado tras la reunión del Consejo en Vigo con la Agencia Europea de Control de la Pesca (EFCA), cuestiona tanto el contenido técnico del texto como el proceso de consulta seguido por Bruselas.
El NWWAC —que agrupa a representantes del sector pesquero de Irlanda, Francia, España, Bélgica y el Reino Unido— denuncia que la Comisión solo concedió cuatro semanas de consulta pública, coincidiendo con el periodo vacacional, lo que “limitó gravemente la capacidad del sector para analizar y responder al texto”. Según el Consejo, este método “transmite la impresión de un trámite formal, más que de un proceso participativo real”.
Entre los puntos más críticos, el informe alerta sobre la ausencia de un límite temporal para retirar equipos de seguimiento de buques en caso de investigación, lo que podría dejar a las embarcaciones inactivas indefinidamente, afectando su viabilidad económica.
Asimismo, el NWWAC considera que delegar en cada Estado miembro la gestión de datos de localización provocará una fragmentación técnica incompatible con un mercado único europeo, y reclama normas armonizadas de transmisión de datos para garantizar la igualdad de condiciones.
El Consejo exige también que los pescadores no sean penalizados por retrasos derivados de causas ajenas a su control, como fallos técnicos o meteorología adversa, y que las autoridades competentes estén obligadas a verificar la operatividad de los sistemas de control.
Otro de los asuntos centrales es la seguridad de las inspecciones en el mar y en puerto. El NWWAC advierte que el nuevo reglamento amplía las competencias de los inspectores sin suficiente claridad jurídica, especialmente en lo relativo al uso de fotografías, vídeo o grabaciones de audio.
El organismo pide que dichas prácticas se limiten estrictamente a fines oficiales, se ajusten al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y que los capitanes sean informados de inmediato cuando se realicen.
Asimismo, critica la eliminación del límite de cuatro horas para las inspecciones a bordo, que ahora quedan abiertas a la duración “necesaria”. Según el Consejo, esta vaguedad puede generar “incertidumbre operativa y tensiones innecesarias”, y propone reinstaurar el tope anterior recogido en el Reglamento 404/2011.
El NWWAC insiste en la necesidad de aplicar las mismas obligaciones y sanciones a los buques de terceros países que operan en aguas europeas, para evitar “competencia desleal y pérdida de credibilidad del marco comunitario de control”.
También se opone a que las deducciones de cuota por incumplimientos recaigan en los operadores privados, reclamando que la responsabilidad se asigne a las autoridades públicas responsables de la gestión o supervisión.
El informe dedica especial atención a la introducción de tecnologías de inteligencia artificial (IA) en las inspecciones, advirtiendo que “deben existir salvaguardas humanas y mecanismos de rendición de cuentas” para evitar errores, manipulaciones o violaciones de privacidad. La NWWAC reclama criterios claros de ciberseguridad y supervisión humana obligatoria en toda aplicación tecnológica vinculada al control pesquero.
En su segunda parte, el informe aborda un tema muy concreto pero de alto riesgo: las escaleras de embarque utilizadas durante las inspecciones.
El Consejo denuncia que las especificaciones actuales siguen mencionando maderas duras y cuerdas de manila, materiales considerados obsoletos y peligrosos. Propone sustituirlos por aleaciones resistentes a la corrosión y materiales antideslizantes modernos, siguiendo los estándares de la Organización Marítima Internacional (OMI) y el Acuerdo de Ciudad del Cabo de 2012.
Además, recomienda inspecciones obligatorias de escaleras cada dos años, campañas de formación sobre seguridad a bordo y que la renovación de equipos cumpliendo las nuevas normas pueda financiarse con fondos del FEMPA (EMFAF).
En sus conclusiones, el NWWAC urge a la Comisión Europea y a la EFCA a revisar el Reglamento Delegado y a reabrir el diálogo con los actores del sector pesquero, para que las normas sean “no solo ambiciosas, sino también prácticas, seguras y aplicables en toda la Unión”.
El Consejo subraya que el éxito de la reforma del control pesquero no depende solo de la tecnología, sino de la cooperación, la proporcionalidad y el conocimiento de la realidad operativa del mar.
“La seguridad de las tripulaciones y la eficacia del control deben ir de la mano”, concluye el informe, “y solo podrán lograrse con reglas claras, participación genuina y un compromiso común por la sostenibilidad”.
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