La acuicultura, aunque en expansión, sólo compensa parcialmente las desigualdades en capturas que está generando el cambio climático.
El cambio climático, en un momento en que la pesca mundial ha disminuido desde 1990 y se prevén nuevos descensos, agrava las desigualdades en la disponibilidad de nutrientes procedentes del marisco. La acuicultura, aunque en expansión, sólo compensa parcialmente estas pérdidas. Especialmente en los países de renta baja, el pescado marino es una fuente crucial y barata de micronutrientes dietéticos, esenciales para el desarrollo físico y mental.
El consumo de pescado se promueve en todo el mundo por sus beneficios para la salud, pero la producción pesquera alcanzó su punto máximo en la década de 1990, con una importante sobrepesca de las poblaciones mundiales de peces. Mientras tanto, la acuicultura se expandió rápidamente para satisfacer la creciente demanda de productos pesqueros. Sin embargo, el cambio climático ha afectado a las especies marinas explotadas, alterando su distribución y productividad y modificando la composición de las capturas. Se prevé que estos impactos climáticos continúen en el siglo XXI.
Estancamiento de la disponibilidad mundial de nutrientes
Un interesante estudio, publicado en 2023, se centra en cuatro nutrientes cruciales para la salud humana presentes en los productos pesqueros: calcio, hierro, ácidos grasos omega-3 y proteínas. Combina bases de datos mundiales de capturas pesqueras y producción marina con estimaciones específicas por taxones del contenido de nutrientes en peces e invertebrados marinos. Se integran proyecciones de modelos climáticos, pesqueros y de maricultura para evaluar los efectos del cambio climático en la disponibilidad mundial y regional de nutrientes para los peces.
Los resultados muestran un estancamiento de la disponibilidad mundial de nutrientes procedentes de la pesca de captura en las últimas décadas. Una mayor utilización de la producción pesquera mediante la reducción de la dependencia de la harina y el aceite de pescado para la acuicultura y la producción ganadera podría mitigar parcialmente los efectos del clima sobre la producción pesquera. Sin embargo, a nivel regional, los países de renta baja se enfrentarán a importantes problemas de seguridad alimentaria a menos que se alcance un acuerdo internacional para limitar el calentamiento global. El cambio climático puede amenazar no sólo la disponibilidad de nutrientes de los productos pesqueros, sino también la producción agrícola.
El estudio subraya la importancia de las políticas de gestión sensibles a los nutrientes y al clima, así como la necesidad de políticas comerciales basadas en los alimentos para evitar repercusiones negativas en la malnutrición y la salud pública. La investigación indica que limitar el calentamiento global por debajo de 2 grados centígrados es crucial para reducir las pérdidas de nutrientes en los sectores de la agricultura y la pesca, especialmente en los países tropicales y de bajos ingresos, que son los más vulnerables a estos cambios.
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