El 95% de los consumidores respalda la ley contra el desperdicio alimentario y la adopción de medidas en supermercados y restaurantes y el 89% de los consumidores afirma que ya pide llevarse la comida sobrante cuando sale a comer fuera de casa, afirmaba Nuria de Pedraza – directora de Comunicación de AECOC y del proyecto “La Alimentación no tiene desperdicio” que ha sido presentada esta semana. Pedraza valora positivamente el contenido de la nueva legislación y señala que el desafío será contar con suficientes entidades receptoras en toda España preparadas para gestionar el aumento de donaciones. Por su parte, María Muriano – directora de Comunicación de Phenix España ha subrayado la importancia de apoyar a las grandes cadenas de distribución en su adaptación al nuevo marco legislativo.Los ciudadanos creen que esta normativa tendrá un impacto social y medioambiental positivo, ayudando a combatir la pobreza y a reducir el impacto ecológico del desperdicio alimentario. |
AECOC valoró positivamente la reciente aprobación de la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario. La Asociación, que agrupa a más de 34.000 empresas de la industria y la distribución de diferentes sectores empresariales, ha reafirmado su compromiso con la lucha contra el desperdicio de alimentos y ha destacado la necesidad de un sistema eficiente para la recepción y distribución de productos donados. Esta valoración se ha llevado a cabo durante el acto de presentación del Barómetro del Desperdicio Alimentario por AECOC en colaboración con la empresa dedicada a la gestión de excedentes alimentarios en España, Phenix, y presentado hoy en una rueda de prensa en Madrid. Nuria de Pedraza, directora de Comunicación de AECOC y del proyecto “La Alimentación no tiene desperdicio”. afirmó que “En AECOC compartimos los objetivos y el espíritu de la Ley Contra el Desperdicio Alimentario. La Asociación siempre ha apostado por la lucha contra el desperdicio y, desde 2012, trabaja en el proyecto La Alimentación no tiene Desperdicio, una iniciativa de adhesión voluntaria, en la que participan más de 700 empresas y que trabaja en una doble dirección, la prevención del desperdicio y, en segundo lugar, hacer algo útil con aquellos productos que no pueden ser comercializados, priorizando, en la mayoría de los casos, las donaciones para consumo humano”. Nuria de Pedraza ha añadido que “El principal desafío tras la aprobación de la ley será poder garantizar que en cualquier localidad de España hay entidades receptoras suficientes y con los medios humanos y equipamiento necesario para poder acoger el gran volumen de donaciones a raíz de esta aprobación. En este sentido será especialmente importante poder garantizar que la distribución, la manipulación y la conservación de estos productos donados se lleve a cabo garantizando en todo momento la seguridad alimentaria”. En este sentido, las conclusiones del Barómetro del Desperdicio Alimentario de AECOC realizado en colaboración con Phenix, revelan que la lucha contra el desperdicio de alimentos también sigue ganando peso entre los consumidores españoles. Previamente, María Muriano, directora de comunicación de Phenix en España ha subrayado la importancia de apoyar a las grandes cadenas de distribución en su adaptación al nuevo marco legislativo. “Para ello, será esencial establecer un proceso integral de análisis, implementación y seguimiento de las donaciones, garantizando tanto la seguridad alimentaria como una distribución eficiente” ha señalado Muriano. Según el informe, el 95% de los encuestados considera que la nueva Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario es una buena iniciativa y contribuirá a reducir significativamente la cantidad de alimentos que se desperdician en los supermercados. Los ciudadanos creen que esta normativa tendrá un impacto social y medioambiental positivo, ayudando a combatir la pobreza (54%) y reducir el impacto ecológico del desperdicio alimentario (23%). El informe, presentado por Marta Munné, responsable de AECOC Shopperview -la plataforma de AECOC para el estudio del consumidor- y María Muriano, Marketing Manager Spain de Phenix, confirma que la tendencia a reducir el desperdicio en los hogares avanza, aunque de forma gradual. Mientras que en 2016 el 40% de los hogares admitía tirar alimentos con frecuencia, en 2025 la cifra ha bajado al 36%. A su vez, ha aumentado el porcentaje de hogares que afirman no desperdiciar nada de comida, pasando del 15% en 2016 al 18% actual. Sin embargo, los consumidores siguen reconociendo fallos en la gestión de los alimentos en casa, ya que el 58% olvida productos en la despensa o nevera hasta que se estropean, un 20% tira comida por considerarla de poco valor o por cocinar en exceso y, aunque el 64% intenta congelar productos antes de que caduquen, un 26% de los que guardan sobras terminan tirándolas igualmente. A pesar del fuerte apoyo a la Ley de Desperdicio Alimentario, el informe refleja que solo un 32% de los consumidores conoce si su supermercado tiene iniciativas para reducir el desperdicio, aunque el interés por estas medidas es alto y un 80% quiere saber más sobre qué hacen las tiendas con los productos no vendidos. Los consumidores también señalan las estrategias que más valoran en los supermercados para reducir el desperdicio, como los descuentos en productos próximos a caducar (69%), el fomento de la venta a granel (54%) y la posibilidad de ofrecer productos frescos envasados al vacío (59%). Además, un 62% de los consumidores elegiría su supermercado en función de las iniciativas que tome contra el desperdicio, demostrando que este factor puede influir en la fidelidad de los clientes. El desperdicio en la restauración también preocupa a la población. El 89% ya pide llevarse la comida sobrante cuando sale a comer fuera, frente al 58% en 2016. Sin embargo, aún existen barreras, ya que un 24% de los consumidores afirma que no es fácil encontrar restaurantes que lo ofrezcan y un 12% lo considera poco práctico. Las medidas mejor valoradas en hostelería incluyen la posibilidad de que los restaurantes ofrezcan envases para llevarse la comida sobrante (67%), la opción de menús de última hora a precios reducidos (61%) y la posibilidad de elegir menús con distintas cantidades para evitar sobras (44%). El informe revela también que los consumidores son cada vez más conscientes de su papel en la reducción del desperdicio alimentario. En este sentido, un 63% reconoce que también tiene responsabilidad en el desperdicio que se genera en los supermercados, aunque el 55% cree que la solución debe ser un esfuerzo conjunto entre consumidores, cadenas de distribución, fabricantes y administración. |
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