El 41 % de las empresas pesqueras españolas advierte de un fuerte impacto en sus exportaciones por los aranceles de EE. UU.

Un estudio de Aecoc alerta sobre nuevas amenazas comerciales, problemas de abastecimiento y el reto de frenar la caída en el consumo de pescado.

El 41 % de las empresas del sector pesquero español considera que las nuevas medidas arancelarias impulsadas por Estados Unidos tendrán un impacto negativo sobre sus exportaciones, según un informe presentado hoy por la Asociación de Empresas del Gran Consumo (Aecoc) 

El estudio, que recoge las inquietudes de cerca de una treintena de compañías, también revela que el 19,6 % vislumbra un efecto positivo en mercados emergentes como México o China, mientras que un tercio de las entidades encuestadas (aproximadamente el 30 %) no tiene aún claro cómo les afectarán estas tarifas. Por su parte, un 35,3 % estima que los aranceles estadounidenses no impactarán significativamente sus importaciones, aunque sí las puedan perjudicar a otros países 

La encuesta identifica entre los principales desafíos del sector el suministro: un contundente 72 % de las empresas prevé problemas en el abastecimiento de especies y materia prima a lo largo del año . Según Àngels Segura, responsable de productos del mar de Aecoc, el sector también se enfrenta a una reducción de cuotas pesqueras y días de faena, que complican aún más la disponibilidad de producto .

Además, el descenso del consumo representa otro reto crítico. Desde 2008, el consumo familiar de pescado ha caído un 36,2 %, aunque Segura matiza que esta reducción se explica en parte por un cambio en el formato consumido: pasó de venderse mayoritariamente pescado entero a una oferta más limpia y preparada Aun así, la falta de relevo generacional y de personal cualificado preocupa notablemente: según Eduardo Míguez, presidente del comité de Productos del Mar de Aecoc, “en dos o tres años podríamos tener dificultades para poder sacar barcos a faenar”, un reflejo de debilidades estructurales persistentes .

Desde el sector se alzan voces pidiendo una respuesta política rápida y coordinada. La patronal Cepesca ha reclamado a la Unión Europea una estrategia clara y contundente que combine medidas fiscales con ayudas directas, facilitación de acceso a nuevos mercados como Mercosur, y la eliminación de barreras no arancelarias . Asimismo, la industria conservera ha pedido revisar y ajustar los aranceles impuestos por EE. UU., al considerarlos proteccionistas e injustificados, subrayando que pueden dañar a empresas que ya invirtieron para adaptarse al mercado norteamericano .

La potencial pérdida de competitividad en Estados Unidos, un destino clave para muchas empresas del sector, añade presión sobre la desarrollo de estrategias de diversificación. Además, la coincidencia de aranceles, problemas en el abastecimiento y la caída del consumo interno dibuja un escenario complejo y, a menudo, contradictorio.

En este escenario, Aecoc solicita medidas concretas, entre las que destacan la revisión del IVA a productos pesqueros, iniciativas de promoción del consumo y apoyo financiero al sector afectado. Como apuntó Ángels Segura, “se ha reducido el consumo, pero sigue habiendo un mercado atractivo si se sabe adaptarse a los nuevos hábitos de compra”.

El sector se enfrenta, por tanto, a una encrucijada: adaptarse a amenazas externas como los aranceles y al mismo tiempo actuar desde dentro para garantizar la continuidad de su actividad, recuperar mercado interno y atraer nuevos profesionales. El futuro de la pesca española, una industria con profundas raíces culturales y económicas, dependerá en gran medida de la capacidad del sector y las administraciones para gestionar estos frentes simultáneos