El científico ecuatoriano Fernando Félix aboga que la financiación de la investigación marina en Ecuador debería venir de los que usan y explotan los recursos oceánicos. «En tierra, a cambio de aprovecharse de la infraestructura vial pues se paga peaje, matrículas anuales de los vehículos. En el mar, lamentablemente, no somos capaces de utilizar esa misma visión», dice Félix, expresa el biólogo marino, investigador y ex coordinador regional del Plan de Acción del Pacífico Sudeste en la Comisión Permanente del Pacífico Sur (CCPS)
Por este motivo, este biólogo marino expresa que «el Estado ecuatoriano debería liderar estos procesos con una visión de desarrollo. En el país la investigación está cooptada por el Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada del Ecuador!, apuntó a El Universo.
La gestión de los recursos ante la presencia de la flota china es un tema que Ecuador debería proponer discutir en los organismos como la Organización Regional de Ordenación Pesquera del Pacífico Sur. Esta da los permisos para el jurel chileno y el calamar gigante, que es lo que dice que pesca la flota china. «Hay que normar la investigación, definir los umbrales de sostenibilidad de todos los recursos marinos con la evaluación de estos, un conocimiento que no tenemos», expresa
Los organismos regulatorios de pesca tienen un comité científico de expertos que evalúan los stocks con la información disponible y hacen recomendaciones. «El problema está en que dentro de las mismas organizaciones pesqueras no se toma en cuenta el consejo de sus científicos y por presiones económicas se elevan las cotas máximas de captura».
Los organismos regionales pesqueros están amparados en convenios internacionales que firman los gobiernos de los países, no los pescadores. El grave problema es que al momento de tomar las decisiones se confunden los intereses del país con los sectoriales. «Los países son los que deberían negociar las cotas, los periodos de tiempo de la pesca, el número de barcos, pero los gobiernos respectivos tienen la presión de sus industrias pesqueras, entonces allí se confunden los intereses».
Por este motivo Félix señala que «sin políticas pesqueras estatales claras se corre el riesgo de que quien tome las decisiones por los países sea el sector interesado en seguir explotando estos recursos desde lo privado, por eso es un tema complejo».
La pesquería del atún en el Pacífico Oriental es una de las mejor monitoreadas en el mundo, está regulada y hay cotas, pero en todo caso también se dan estas situaciones.
Además, la flota ecuatoriana utiliza los llamados plantados, balsas flotantes, que es la pesca de atún más nociva que existe. Hay discusiones a nivel internacional para de alguna manera limitar el uso de estos dispositivos.
Estos agregadores de peces lo que hacen es agregar a una gran cantidad de peces, es decir, no solo los atunes sino también los tiburones, las tortugas, una serie de especies más.
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